Polvo de ti en el suelo ensimismado
cuencos de ti hasta el fondo y por arriba
agua de ti me baña las palabras
Cópula de vulnerables y prosigue
números sin salida te denuncian
el sol la tarde el grito son un mismo ojo
Todo es agua en la noche compartida
Me descubro en tu antemuro como cuerpo
Emerges niebla
Yo los dedos adheridos
Mujer preservas el trigo hasta el verano
Aglomeración de luz es la tiniebla
Hay mesura en tus fugas
me desplazo
Eres causal cuando te heredas
estás llena de afecciones y habitada
qué azul sereno agradecida
Antes de hablar ya tengo tu vestigio
claridad de seres
sacramentos tuyos
Déjame buscarte cuando pasas
Esto es el mundo
sumisión de arena
abrazo de cálida penuria
escribir en tus ojos hacia dentro
La mujer sonrisa doble lo ha sabido
Continua y ascendiendo la luz de la fatiga
Te inmensas por el campo
Ya no estás
Lee todo en:
http://www.poemas-del-alma.com/homero-aridjis-polvo-de-ti-en-el-suelo.htm#ixzz4KLFUqbvR
Estudio 12
Buscador
jueves, 15 de septiembre de 2016
lunes, 5 de septiembre de 2016
El Rey Jaime – El apostata Pablo Cristiani – Najmanides
El Rey Jaime – El apostata Pablo Cristiani – Najmanides
Controversia de Barcelona de 1263
(Documento Historico)
En 1263 tuvo lugar en Cataluña la siguiente disputa. El apostata Pablo Cristiani defendió el lado Cristiano. Por los Judíos participo en la
discusión Rabí Moshé Ben Najman (Najmanides). El tema principal de la disputa fue “la llegada del Mesías”.
Tras la primera cruzada, al caer el dominio de parte musulmán, nuevamente quedó abierto el Mar Mediterráneo. Al instante se reestableció la
comunicación y el comercio, cambiando al autoabastecimiento del feudo a el comercio internacional. En consecuencia, nació una nueva clase
social, los Burgueses, y estuvieron envueltos en interminables conflictos entre la iglesia y los nobles, dueños de los latifundios. El problema con
la iglesia era que ésta decía que no se podía ascender de clase social, pero esto era el objetivo de los burgueses. Y el problema con los nobles
era que éstos no querían que apareciesen ricos que no le diesen dinero o tributos. Los burgueses no tenían título de nobleza, pero lo que hacía
la mayoría era comprar uno.
Ahora con éste gran cambio en el comercio y en la gente que lo practicaba, el sistema del feudo se veía como inservible, ya que no cumplía con
los requerimientos de la nueva economía, además, ya era necesario algunos tipos de procedimientos más rápidos, eficientes y competentes.
Nació así, la organización municipal. Un grupo de burgueses, artesanos, etc, formaba un gremio o una cofradía, que era un monopolio.
En cuanto a la situación Judía en la Europa Medieval Los judíos, no eran considerados como parte de la sociedad, pero tenían autonomía
comunitaria, se diferenciaban de los gentiles por su religión, vestimentas y ocupaciones, hablaban en su propia lengua y tenían lugares de
residencia determinados por el Rey.
Éste decidía bastante sobre cómo el judío viviría, ya que mientras fuese judío, no tenía los mismos derechos que los demás y tenía una ‘libertad
restringida’. Y sumándole el odio antijudío de parte de los Cristianos, el único que los podía salvar era el mismo Rey. En los siglos XII y XIII se
declaró al judío como propiedad de la cámara real, y que éste pasaría a ser un ‘servidor real’.
En Inglaterra, la situación era algo diferente, los judíos se dedicaban a las finanzas, que en ese momento tenían un buen pasar, estaban
teniendo serios conflictos con los cristianos, ya que éstos saqueaban las casas de los judíos y quemaban todos sus documentos, entonces no
podían cobrar sus intereses de los créditos que otorgaban y devoluciones. Pero al Rey no era esto lo que le molestaba, sino que la mayor parte
de ese interés estaba destinado acrecentar al tesoro real, éste proceso se llamaba sistema de esponja.
Lo que se hizo para evitar todo este problema fue algo sencillo y muy práctico: en cada una de las ciudades importantes judías unos puestos
donde se debía de dejar una copia de cada documento de deuda, así si lo quemaban, no habría problema.
Pero en el año 1290, Eduardo I ordenó la expulsión general del judío en todo su país.
En la España Cristiana, había Cortesanos judíos, o sea judíos con altos cargos funcionarios. Pero al estar bastante tiempo en la cámara Real
en sus campañas y acababan adoptando la conversión, así podrían tener acceso a todos los grados del escalafón jerárquico. Aunque deberían,
todavía habiéndose convertido, no eran reconocidos como cristianos ni reconocidos como parte de la sociedad, o de la iglesia ni del estado.
Ya habiendo judíos que se habían transformado en cristianos, querían hacerle entender a los “demás Judíos” que era ridícula su posición, ya
que para los cristianos: el Mesías ya había llegado y hace tiempo: Jesús, como el Mesías según ellos: era un dios y un hombre al mismo tiempo,
y que todas sus festividades y la Torah no tienen sentido una vez de la llegada del Mesías.
Todo esto fue dicho en una controversia pública entre Rambán y Pablo Cristiani quien fue un apostata del judaísmo, frente a reyes, nobles,
etc.
Finalmente, luego de varios días de controversia, aclarando que Najmanides (Rambán, no confundir con Rambam que es Maimonides),
Najmanides el jefe espiritual del judaísmo derrotó al apóstata Pablo Cristiani de Montpellier ( El Peligro de decir la verdad o callar y aceptar
falsedades simpre a sido un grave dilema historico y constante que atraviesa el pueblo de Israel…). como podemos deducir todos estos hechos
son factores que desencadenaron en las mas graves torturas y persecuciones de la Inquisicion, nuestros sabios sabian de los peligros que les
aquejaban si hablaban, pero eran una y otra vez llevados a controversias publicas, para mofa o presion.
Por lo que ganar una discucion como estas en esa epoca significaba perder, en una palabra estaban entre la espada y la pared.
Se realizaron numerosas copias de las controversias y se distribuyeron por toda Europa. En el año 1267 Rambán percibió el peligro de ser
llamado ante el tribunal Inquisicion, entonces se dirigió hacia Israel.
El rey quien obliga a comparecer a nuestro sabio Najmanides bendita su memoria, es Jaime I de Aragón, llamado “el Conquistador”
(1208-1276), Vivió una vida de constantes guerras, contra su propia familia por razones de la soberanía sobre Cataluña, contra los franceses
para evitar la invasión sobre su reino, contra los árabes peninsulares, etc. La capital de su reino la ubicó en Barcelona, donde se llevó a efecto
la disputa, que comenzó el 20 de julio de 1263 e.c. [4 de Av, 5023] y duró cuatro días (20, 27, 30 y 31 de julio [4, 11, 14, 15 de Av, 5023] ).
De manera oficial esta disputa se realizó entre Rambán y el apóstata Pablo Cristiani de Montpellier [ùø”é], a quien nuestro rabino llama “fray
Paul” (en la pronunciación catalana, el nombre Pablo, se pronuncia “Pol”), cercano al hebreo “pol” (haba). Del texto se entiende, no obstante,
que la discusión incluyó también a los frailes presentes y al propio rey, a todos los cuales Rambán tuvo que responder ( Es de suponer que el
enfrentamiento entre un apostata del judaismo y un sabio Judio, fue hecho a modo de no exponer en caso de derrota, a los asesores del Clero y
por ende al mismo Rey).
El rey le ordenó discutir públicamente con Fray Ramón de Peñaforte, confesor del rey y una de los más influyentes sacerdotes de la corte, a la
guisa decano de la orden dominicana, cuyo fundador Domingo de Guzmán fundó también el oficio de la Inquisición, de triste memoria.
Les transmitimos aquí la discusión en español y con comentarios. La traducción fue realizada por Rab. Arie Natan, en cuanto que podrán
encontrar algunos signos raros que son letras hebreas, quienes tengan las fuentes en hebreo las podrán leer, pero me da la idea que están en
sentido inverso, sin embargo a su lado esta la palabra en fonética, si algún vocablo no entienden luego me hacen un listado de ellos y con algo
de tiempo lo publico en el foro, pero aconsejo leerlo detenidamente para no perder detalles. Esto es un documento histórico muy raro y difícil
de conseguir, por lo que agradezco a quien nos envió parte del material a través del correo electrónico.
Rab. Shojet. Berl Schtudiner
Controversia de Barcelona de 1263
[1] Leemos en Sanedrín (43b): Han enseñado los sabios: cinco discípulos tuvo Ieshu (*) – Mattay, Nakay, Nétzer, Buny y Todá. (**)
(*) Ieshu HaNotzrí (Jesus). La literatura talmúdica lo describe como hijo de un romano llamado Pandera (Cf. Tosef. Julín II,24; Abodá Zará
17a, Orígenes, Contra Celso 1.28). Su madre Myriam estaba casada con un judío de nombre Papús Ben Yehudá y en la ciudad de
Punbedita adulteró con Pandera (Cf. Shabat 104b; según el comentario de Rashí. Según la opinión de Tosafot, Ben Pandera no es Ieshu,
pues R. Iehoshua Ben Perajia, su maestro, vivió mucho antes que Rabí Akiba, éste último sabio era contemporáneo de Papús Ben Iehudá),
de esta relación nació Ieshu. Llegó a ser discípulo de Rabí Iehoshua Ben Perajia (Cf. Sotá 47a, Ab. Zar. 17a) a quien acompañó a Egipto;
viaje en el cual aprendió diversas artes de brujerías. A causa de su comportamiento no ético Rabí Iehoshua lo alejó de él, y por ese mismo
comportamiento inmoral fue condenado a la horca la víspera de Pesaj (Cf. Sanedrín 43a).
(**) Matay, abre. de Matitiahu (Mateo); Nakai al parecer Lucas; Nétzer; Buny o Bunay; Todá, adapt. de Tadai (Tadeo).
Trajeron a Matay y le preguntaron: ¿Mattay será muerto?, como se ha declarado “¿Cuándo [hebreo: “matay”] vendré y veré la presencia de D”s?”
(Tehilim 42:3) Él les dijo: sí, Matay será muerto, como se ha declarado: “¿Cuándo [hebreo: “matay”] morirá y se perderá su nombre?” (Ibíd. 41:6).
Trajeron a Nakai y le preguntaron: ¿Nakay será muerto?, como se declara: “Al limpio [hebreo: “nakí”] y al justo no has de matar” (Shemot 23:7). Él les
dijo: si, Nakay será muerto, como se ha declarado: “A escondidas ha matado el limpio [hebreo: “nakí”]” (Tehilim 10:8).
Trajeron a Nétzer y le preguntaron: ¿Netzer será muerto?, como se ha declarado: “Un retoño [hebreo: “nétzer”] de sus raices florecerá” (Yeshayahu 11:1)
El les dijo: si, Netzer será muerto, como se ha declarado: “Tú lo has de expulsar de ti como un retoño [hebreo: nétzer”] despreciable” (Yeshayahu 14:19)
Trajeron a Buny y le preguntaron: ¿Buny será muerto?, como se ha declarado: “Tú eres mi hijo [hebreo: “bení”], mi primogénito, Israel” (Shemot 4:22). Él
les dijo: si, Buny será muerto, como se ha declarado: “He aquí, yo mato a tu hijo [hebreo: “binjá”], a tu primogénito” (Ibíd. 4:23).
Trajeron a Todá y le preguntaron: ¿Todá será muerto?, como se ha declarado: “Cántico de gracias [hebreo: “todá”]…” (Tehilim 100:1). El les dijo: si,
Todá será muerto, como se ha declarado: “El que sacrifica una ofrenda de gracias [hebreo: “todá”], me honra…” (Tehilim 50:23).
Escribió Rabí Shimón: estas eran personas cercanas al gobierno gentil y era necesario contestar a todas las pruebas sin sentido que formulaban (*). Del
mismo modo he pensado escribir estas líneas en contra de las burlas de fray Paul (**), quien también “dejo quemar su guiso en público” (***),
precisamente delante del rey, de sus sabios y consejeros ¡que sea elevada su gloria y enaltecido su reinado!.
(*) Rashí ad. Sanedrín 43b acota sobre Nekay: “Esto es solo una respuesta cualquiera para las naciones del mundo, pero como era cercano
al reinado, hubo que responder a todas las pruebas sin sentido que presentó”.
(**) De manera oficial esta disputa se realizó entre Rambán y el apóstata Pablo Cristiani de Montpellier [ùø”é], a quien nuestro rabino llama
“fray Paul” (en la pronunciación catalana, el nombre Pablo, se pronuncia “Pol”), similar al hebreo “pol” (haba – legumbre). Del texto se
entiende, no obstante, que la discusión incluyó también a los frailes presentes y al propio rey, a todos los cuales Rambán tuvo que
responder.
(***) Cf. Berajot 17b. La persona que ha sufrido un cambio negativo de conducta, que se ha desviado por un mal camino, recibe este
apelativo.
Primer día: 20 de julio – 4 de Av [En el palacio del rey]
[2] El rey (*) me ordenó discutir públicamente con fray Paul en su palacio, delante de él mismo y delante de sus consejeros en Barcelona. Le
respondí diciendo: He de hacer según la orden de mi señor el rey, si me dan permiso para expresarme libremente. Este permiso lo solicito del rey y
también de fray Ramón de Peñaforte (**) y de todos sus colegas que están aquí presentes.
(*) El rey en cuestión es Jaime I de Aragón, llamado “el Conquistador” (1208-1276). Vivió una vida de constantes guerras, contra su propia
familia por razones de la soberanía sobre Cataluña, contra los franceses para evitar la invasión sobre su reino, contra los árabes
peninsulares, etc. La capital de su reino la ubicó en Barcelona, donde se llevó a efecto la disputa, que comenzó el 20 de julio de 1263 e.c.
[4 de Av, 5023] y duró cuatro días (20, 27, 30 y 31 de julio [4, 11, 14, 15 de Av, 5023]).
(**) Fray Ramón de Peñaforte, confesor del rey y una de los más influyentes sacerdotes de la corte, a la guisa decano de la orden
dominicana, cuyo fundador Domingo de Guzmán fundó también el oficio de la Inquisición, de triste memoria.
[3] Respondió fray Ramón: “Con la condición que no te expreses irrespetuosamente”.
[4] Les repliqué: No es mi intención comenzar un pleito con ustedes, sólo solicito expresarme libremente con respecto a esta disputa así como ustedes se
expresan libremente. Yo sé comportarme de manera ética (en lo referente a la disputa, como ustedes piden), no obstante expresarme libremente
es mi deseo. Y todos me dieron permiso para que hablara libremente.
[5] Por lo tanto dije: Existe una disputa entre gentiles y judíos sobre muchos temas y sobre muchas costumbres relacionadas con la religión, que no
obstante no son un fundamento sobre el cual se basa la fe. De tal modo, yo deseo discutir en esta honorable corte sólo sobre temas que sean
relevantes.
[6] Todos respondieron: “Has hablado correctamente”. Así, estuvimos de acuerdo en referirnos al Mashiaj, si ya ha venido según enseña la fe de los
nazarenos o si él ha de venir en un futuro según enseña la fe de los judíos. Después trataremos el tema si el Mashiaj es D”s o si es un ser humano común
nacido de un hombre y de una mujer. Como tercer punto hablaremos si los judíos mantienen la Torá verdadera o si los nazarenos la realizan.
[7] Entonces se levantó fray Paul y dijo que él pretendía comprobar del propio Talmud que el Mashiaj ya ha venido, como los profetas atestiguan sobre
él.
[8] Le respondí: No obstante, antes que discutamos sobre esto quiero que me enseñe y me diga (fray Paul) cómo es esto posible. Ya que desde que él se
dirigió a Provenza y a otros muchos lugares he escuchado que ha declarado esto a los judíos, sobre lo cual yo me sorprendo muchísimo. Quiero que me
responda si es que él pretende decir que los sabios del Talmud creyeron que Ieshu es el Mashiaj, y que ellos sostienen que él es hombre completo y dios
verdadero según el pensamiento de los nazarenos.
Sin embargo, es algo conocido y verídico que toda la historia de Ieshu ocurrió durante la época del segundo Templo y antes de la destrucción del mismo
nació y fue muerto. Los sabios del Talmud vivieron después de la destrucción del Templo, como Rabí Akiba y sus colegas; incluso aquellos que fueron
los últimos en enseñar la Mishná: Rabí y Rabí Nathán, vivieron mucho después de la destrucción; así como también Rab Ashe que compiló el Talmud y lo
escribió, él vivió casi cuatro cientos años después (*).
(*) La destrucción del segundo Templo ocurrió en 3828, y según el libro Séder HaDorot Rab Ashe falleció en 4186, por lo tanto sólo han
transcurrido 358 años y no 400. Sin embargo Rab Ashe no alcanzó a terminar su labor de compilación del Talmud y la terminaron sus
discípulos 73 años después de él.
Y si aquellos sabios hubieran creído en el mesianismo de Ieshu y que esto es verdad y su fe y su religión son verdaderas, y si hubieran escrito las
aseveraciones que fray Paul sostiene que nos probará de sus escritos; si es así, ¿cómo se mantuvieron y vivieron según la religión de los judíos y según
sus costumbres primeras? Ya que ellos eran judíos y se mantuvieron como tales toda sus vidas y murieron como judíos; ellos y sus hijos y sus discípulos
que escucharon todas las enseñanzas que dictaron [entonces, ¿Por qué no cambiaron y se fueron tras la religión de Ieshu? Así como hizo fray Paul que
entendió de las palabras de los nazarenos que su fe es la verídica, çìéìä JALILA, y fue y se convirtió convencido por sus palabras. No obstante, ellos y
sus discípulos] vivieron y murieron como judíos; ellos fueron los que nos enseñaron la ley de Moshé, la ley judía, ya que todos nuestros actos hoy en día
se dirigen según el Talmud, según lo que vimos en los sabios del Talmud que así actuaban y así se comportaban, desde el día que se compiló el Talmud y
hasta nuestros días. El Talmud nos enseña la forma de comportarnos según la Torá y conforme a los mandamientos, así nos declara cómo actuaban
nuestros antepasados en tiempos del Templo según como escucharon de las enseñanzas de los profetas, quienes recibieron de parte de Moshé, nuestro
maestro. Y si ellos creían en Ieshu y en sus opiniones ¿Cómo no se comportaron ellos de la manera que hizo fray Paul, que parece entender sus
enseñanzas mejor que ellos mismos?
[9] Contestó fray Paul y dijo: Este es un discurso exageradamente largo que tiene por intención anular la disputa.
[10] Entonces yo les declaré: Esto es para mi una comprobación completa que [fray Paul] no habla sobre temas reales, sólo las he de escuchar porque es
así la voluntad de su majestad el rey.
[11] Él enseguida dijo: He aquí que está escrito: “no se ha de apartar el cetro de Iehudá… hasta que venga Shiló” (Bereshit 49:10), el cual es el
Mashiaj. Estudiamos de aquí que según el testimonio del profeta siempre Iehudá tendrá fuerza (reinado) hasta la venida del Mashiaj que surge de él. Así
hoy que no tienen ni un solo cetro ni un solo legislador, ya ha venido el Mashiaj, el cual proviene de su descendencia (de Iehudá), a él le pertenece el
dominio.
[12] Contesté y dije: No es la intención del profeta expresar que el reinado de la dinastía de Iehudá no se anule en algún momento, sino que su intención
es decir que no se anulará por completo de él, es decir en toda época que exista monarquía en Israel le corresponde a Iehudá por derecho. Si por causa
de los pecados del pueblo se anula la monarquía, cuando retorne retornará a Iehudá. (Cf. Comentario a Bereshit 49:10). Una comprobación de lo
anterior es el hecho que hubo muchos momentos, antes de la aparición de Ieshu, que se anuló la monarquía de Iehudá y no de Israel (*), e incluso por
muchos lapsos de tiempo se anuló la monarquía tanto de Israel como de Iehudá, así es el caso de los setenta años del exilio en Babilonia en los cuales no
hubo monarquía ni en Iehudá ni en Israel. Del mismo modo, durante la época del segundo Templo no reinó sobre Iehudá sino Zerubabel y sus hijos (**)
y por un período de tiempo muy breve. Luego de él transcurrieron 380 años hasta la destrucción del segundo Templo (***), período durante el cual
reinaron Kohanim, los hijos de los Hasmoneos y luego sus esclavos. Cuanto más si el pueblo está en el exilio, ya que si no hay pueblo, no hay rey (Cf.
Pirke DeRabí Eliézer 3).
(*) Este trozo se entiende según lo que Rambán declara más adelante [17]: “Nuestro patriarca Yaakob no aseguró a Iehudá que tendría un
cetro y un legislador sobre su tribu únicamente, sino que el gobierno de todo Israel le fue conferido… así, ocurrió que se anuló la monarquía
sobre todas las tribus de Israel desde que murió Shlomó”; por lo tanto, desde aquel momento (que murió Shlomó) se anuló la monarquía
sobre Iehudá pero no “sobre Israel” – no sobre las diez tribus de Israel.
(**) Zerubabel era hijo de Pedayá, hijo de Shaltiel, hijo de Yehoyakim, rey de Iehudá (cf. Dibrey HaYamim A, 3:16-19). Zerubabel había
pasado a ser el dirigente del exilio judío en Babilonia el año 52 de la destrucción del primer Templo, después de la muerte de Shaltiel.
Durante el primer año del reinado de Kóresh (Ciro) retornó Zerubabel y Yehotzadak, Kohén Gadol, a Eretz Israel junto con multitud de
exiliados y comenzaron la construcción del segundo Templo; estos trabajos fueron interrumpidos por Ajashverosh (Asuero) debido a la
conspiración de Hamán. El año setenta de la destrucción del primer Templo, retornó Ezrá, el escriba, a Yerushalaim y reanudó la
construcción del Santuario, entonces descendió Zerubabel a Babilonia y murió allí, sucediéndole Meshulam su hijo; durante el gobierno de
este último comenzó a expandirse el reinado de los griegos y se interrumpió la profecía de Israel, era el año 3404 de la creación del mundo.
(***) La hegemonía griega duró 180 años desde la construcción del segundo Templo, la monarquía de los Hasmoneos se extendió por 103
años, la casa de Herodes por unos 103 años, en total 386 años. Meshulam, el hijo de Zerubabel murió al comienzo del reinado de
Alejandro Magno. Rambán menciona la cifra 380 para redondear.
[13] Respondió fray Paul: En todas aquellas épocas, a pesar que no había reyes, había reinado, pues así se declara en el Talmud (cf. Sanedrín 8a): “no
se ha de apartar el cetro de Iehudá” – estos son los exilarcas que hubo en Babel que solían presionar al pueblo con su cetro, “ni el legislador de entre sus
pies” – estos son los hijos de los hijos de Hillel que enseñan la Torá al público. Hoy en día no tienen la autorización conocida en el Talmud, por lo tanto se
anuló también aquel gobierno, por ende no existe hoy alguien a quien se le pueda denominar “rabí” [maestro en hebreo]. Eso que a ti te llaman
“maestre” [maestro en catalán] es un error, y tú llevas tal nombre mentirosamente.
[14] Le respondí como burlándome de él: Esto no es parte de la disputa, no obstante tú no estás diciendo algo correcto. El término “rabí” no
significa “maestre”, sino que “rab” es “maestre”, y en el Talmud solían llamar “rab” a todo aquel que carecía de autorización (*); no obstante,
estoy de acuerdo contigo que no soy “maestre” ni siquiera un buen alumno. Le expresé lo anterior como una amonestación moral.
(*) Cf. Sanhedrín 13b. Cuando recibió la autorización en la ciudad se denomina “rabí” – en Babilonia, que no tenían derecho a otorgar
autorizaciones, los sabios se llamaban “rab”.
Después volví a decirle: te enseñaré que no es la intención de nuestros sabios, de bendita memoria, explicar el versículo sobre una monarquía real, el
problema contigo es que no comprendes ni de ley ni de legislación, sino tal vez entiendas algo de algunos relatos que te acostumbraste a leer. El tema en
cuestión que mencionaron los sabios se refiere a que según el dictamen estricto de la ley una persona no puede juzgar él solo y quedar exento de pagar,
salvo que pida permiso del presidente del Sanhedrín o del rey (*). Así, se dictaminó que durante el período de exilio, que es posible encontrar
descendencia real en aquel que reciba un poco de autoridad de parte de los gobiernos gentiles, por ejemplo los exilarcas de Babilonia y los presidentes
del Sanedrín en Eretz Israel, ellos tienen en sus manos permitir y autorizar. Este dictamen se aplicó por los sabios del Talmud, después de Ieshu, por más
de cuatrocientos años (**).
(*) La fuente de la legislación citada por Rambán se encuentra en Sanedrín 5a, allí la Guemará declara “Dijo Rab Ajay: un juez que quiso
dictaminar una ley sobre temas monetarios y se equivocó [Por ejemplo que había discusión entre amoraítas sobre el tema, y no se había
decidido como cuál de ambos era la ley, y dictaminó que se debía seguir a uno de ellos y no supo que ya se había esparcido la costumbre
de realizar como la otra opinión. Rambam, Hiljot Sanhedrín 6:2], si pidió permiso del exilarca para juzgar [si se trata de un sólo juez
experto] o los litigantes lo aceptaron como juez [sea cual fuera su veredicto] – no está obligado a remunerar a la parte afectada [si no es
posible reabrir el litigio].
(**) En el año 4119 A.M., en los días de Hillel, el hijo de Rabí Yehudá Nesiá se anuló el Sanhedrín en Eterz Israel, y el nacimiento de Ieshu
ocurrió cerca de doscientos años antes de la destrucción del segundo Templo [Cf. infra, 22]. Si la destrucción del Templo ocurrió en 3828,
por lo tanto doscientos años antes es 3628, desde esta fecha hasta la anulación del Sanhedrín (4119) transcurrieron 491 años, de los cuales
hay que descontar la vida de Ieshu; por ende bien dijo Rambán que se trata de más de cuatrocientos años.
No es la opinión de los sabios del Talmud que deba ser el gobernante o el legislador de Iehudá descendiente de la tribu de Iehudá; no obstante lo que el
profeta le prometió a Iehudá es que la monarquía le pertenecería siempre.
Le prometió una monarquía plena. No obstante, la monarquía se anuló, como ya mencioné, ya que durante el período del exilio en Babilonia no hubo no
gobernante ni legislador. Así durante el período del segundo Templo que gobernaron los Kohanim y sus esclavos, no tuvo la tribu de Iehudá ningún tipo
de gobierno (*), ni exilarca ni presidente del Sanedrín, ya que la presidencia del propio Sanedrín y la monarquía perteneció a los Kohanim, a sus jueces y
a sus oficiales, a aquellos que ellos estimaban conveniente.
(*) Cf. Comentario de Rambán a Bereshit 49:10. La opinión de Rambán con respecto a la monarquía de la casa de los Hasmoneos
(Kohanim) es la siguiente, si bien los hijos de Matitiahu fueron grandes héroes y justos cometieron el pecado de haber gobernado sobre
Iehudá, cetro que está destinado únicamente a la tribu de Iehudá y no a los Kohanim provenientes de la tribu de Leví; como ellos quitaron y
eliminaron el cetro de Iehudá de sus legítimos herederos, HaShem los castigó del mismo modo y sus esclavos se levantaron contra ellos y
los eliminaron.
[15] Entonces respondió fray Pere de Génova: es verdad que el versículo sólo declara que no se interrumpirá [la monarquía] para siempre, pero puede
que haya interrupciones momentáneas. “Vacare” en vernacular.
[16] Le dije al rey: He aquí fray Pere ha ratificado mis palabras.
[17] Entonces dijo fray Pere: Yo no he ratificado nada. Ya que setenta años en Babilonia es un lapso corto de tiempo y muchos hubo entre ellos que aun
recordaban el primer Templo, como se declara en el libro de Ezrá (Cf. 3:12) – esto se llama “anular”, “vacare” en vernacular. Pero ahora que ustedes
están más de mil años sin monarquía, esto se llama eliminación total.
[18] Le repliqué: Ahora tú te arrepientes y reconoces que el término “eliminación” no corresponde aplicarlo a algo que torna; no obstante, no hay
diferencia para lo expresado por el profeta entre un lapso de tiempo pequeño o extenso. Además los períodos de tiempo que yo mencioné [luego de la
destrucción del segundo Templo] fueron extensos.
Nuestro patriarca Yaakob no sólo prometió a Iehudá que tendría gobierno y legislador sobre su propia tribu, sino que le pertenece la monarquía sobre
todo Israel, como se declara: “Tú eres Iehudá, tus hermanos te reconocerán…” (Bereshit 49:8); leemos también: “Porque Iehudá fue más fuerte que sus
hermanos y de él procede un líder…” (Dibrey HaYamim A 5:2). No obstante, se anuló la monarquía sobre todas las tribus de Israel después de la muerte
del rey Shlomó, como se declara: “No hubo monarquía después de la casa del rey David sino sobre la tribu de Yehudá únicamente” (Melajim A 12:2).
Según lo anterior es claro que el profeta solamente dijo que no se anularía la monarquía totalmente. Por lo tanto, durante el período del exilio no se puede
denominar ni “eliminación” ni “anulación” [sino interrupción], ya que no ocurrió por culpa de Yehudá sino por el comportamiento del pueblo, ya que no
prometió el profeta a Yehudá que Israel no marcharía al exilio por ser él rey sobre ellos en cualquier época.
[19] Volvió fray Paul y argumentó que en el Talmud se ha expresado que el Mashiaj ya ha venido, para comprobarlo trajo aquel relato que se
encuentra en el Midrash Eijá (Cf. Eijá Rabati 1:57, sobre el versículo: “por estos yo me lamento…”) sobre aquella persona que estaba arando y su
vaca mugió de pronto, en aquel momento pasó un árabe y le dijo: ¡judío, hijo de judíos, suelta tu vaca, suelta su yunta, suelta tu arado, porque el Templo
ha sido destruido! Entonces él soltó su vaca, soltó su yunta, soltó su arado. Después volvió su cava a mugir de pronto; el árabe le dijo esta vez: ¡ata tu
vaca, ata tu yunta, ata tu arado, porque tu Mashiaj ha nacido!.
[20] Le respondí: yo no creo en este relato, no obstante es una comprobación a mis palabras.
[21] Entonces ese hombre gritó y me dijo: Vean que éste reniega de sus propios libros.
[22] Le respondí: Ciertamente yo no creo que haya nacido el Mashiaj en la época en que se destruyó el Templo; ahora, este relato o que no es
verdadero o que tiene alguna explicación según las profundidades de los sabios. Pero estoy dispuesto a aceptarlo en forma literal, como dijiste, ya que es
una comprobación a lo que sostengo. He aquí, este relato dice que el día de la destrucción después que el Templo fue destruido, en aquel día nació el
Mashiaj; entonces Ieshu no es el Mashiaj como ustedes predican ya que él nació y fue muerto antes de la destrucción del Templo; según cálculos
verdaderos él nació como doscientos años antes de esto (*), y según los cálculos de ustedes unos setenta y tres años. Entonces ese hombre se quedó
callado.
(*) El nació el año 3681, el año cuarto del reinado de Alejandro Janeo, año 263 del segundo Templo. El Templo fue destruido el año 2828,
si restamos 3671 nos da 157 años, los cuales son los casi doscientos años de los que habla Rambán. El el libro “Séder HaKabalá
LeRaABaD” (pag. 9) se relata la época de Ieshu, cuando él nació, como ya dijimos reinaba Alejandro Janeo el cual odiaba a los sabios.
Durante la fiesta de Sukot ocurrió un enfrentamiento entre el rey y el pueblo que terminó en una matanza de los sabios de la época; solo se
salvaron dos: le perdonó la vida a Shimón Ben Shetaj, hermano de su esposa, y Iehoshua Ben Perajia que huyó a Alejandría. En esta huida
fue acompañado por su discípulo Ieshu. Según los textos del pueblo judío nació entonces durante este periodo; los gentiles no obstante
opinan que nació durante el reinado de Herodes y que fue colgado durante el reinado de Arquelao, su hijo; lo cual ocurrió 110 años
después.
[23] Entonces acotó maestre Guiles, el juez del rey, y dijo: la disputa no versa ahora sobre Ieshu, sino que la pregunta es si el Mashiaj ha venido
o no. Tú dices que no ha venido y ese libro de ustedes declara que si ha venido.
[24] Le dije: Has escogido, como es costumbre entre ustedes, responder en forma mentirosa, de todos modos les contestaré sobre este tema.
Los sabios no han dicho que el Mashiaj ya ha venido, sino que dijeron que ya ha nacido; del mismo modo como el día que nació Moshé, de
bendita memoria, no se considera que haya venido ni que haya sido el libertador; en cambio cuando vino donde el faraón, mandado por D”s, y le dijo
que así había declarado D”s: “Deja salir a mi pueblo…” (Shemot 8:1), entonces se considera realmente que vino.
Del mismo modo con el Mashiaj, cuando venga donde el Papa y le diga mandado por D”s que deje salir a mi pueblo, entonces diremos que ha
venido. Hasta ahora todavía no ha venido, tampoco se lo puede calificar de Mashiaj. Así, David el rey el día que nació no era rey y no Mashiaj, en
cambio el día que Shemuel lo ungió entonces pasó a ser Mashiaj. Por lo tanto, el día que Eliahu (profeta Elias) unja al Mashiaj (*), por orden de
D”s, se llamará Mashiaj; y en el momento que se dirija, después de su unción, donde el Papa para liberarnos entonces corresponderá decir que ha
venido.
(*) Cf. Yalkut Shimoní, Yeshayahu 500. “En aquel momento traerá D”s a Eliahu y al Mashiaj, vendrá con un cántaro de aceite en sus
manos, con bastones en sus manos, entonces se reunirá allí todo Israel delante de ellos y la presencia de D”s estará sobre ellos, los profetas
detrás de ellos y un Séfer Torá a su derecha y los ángeles a su izquierda y los conducirán hasta el valle de Yehoshafat…” A pesar que lo se
dice explícitamente que Eliahu ungirá al Mashiaj, del contexto se entiende.
[25] Entonces argumentó aquel hombre: He aquí la porción del profeta que habla del siervo sufriente (Cf. Yeshayahu 52:13) relata que el Mashiaj ha de
morir en manos de sus enemigos y será ajusticiado entre delincuentes, todo lo que ocurrió con Ieshu. ¿Crees tú que esta porción del profeta se refiere al
Mashiaj?
[26] Le dije: según una interpretación verídica no se refiere sino al pueblo judío como nación, ya que así lo llaman los profetas repetidas veces:
“Israel, mi siervo…” (Yeshayahu 41:8), “Yaakob, mi siervo…” (Ibíd. 44:1).
[27] Dijo fray Paul: Yo te demostraré que según los propios sabios judíos estos versículos se refieren al Mashiaj.
[28] Le dije: Es verdad que nuestros sabios, de bendita memoria, en los libros que comentan los relatos interpretan que se refiere al Mashiaj (Cf. Yalkut
Shimoní, Yeshayahu 476; Tanjuma, Toldot 14); pero nunca han declarado que el Mashiaj sería asesinado por mano de sus enemigos, no encontrarás en
ningún libro de los libros de Israel, no en el Talmud y no en relatos, que el Mashiaj hijo de David será muerto (*), o que será entregado en manos de
sus enemigos o que será enterrado entre delincuentes, e incluso el Mashiaj que ustedes se hicieron ni siquiera fue enterrado. Yo estoy dispuesto a
explicarles la sección del siervo sufriente si desean con una explicación convincente y clara, siendo que no se encuentra en ella que el Mashiaj ha de ser
muerto, como ocurrió con su Mashiaj. Y no quisieron escuchar.
(*) Rambán fue exacto en decir que no hay referencia que el Mashiaj hijo de David ha de ser muerto, porque encontramos en la
Guemará en Suká 52b que el Mashiaj hijo de Yosef si será muerto.
[29] Nuevamente aquel hombre declaró que en el Talmud (Cf. Sanhedrín 98a) se declara que Rabí Yehoshua Ben Leví le preguntó a Eliyahu cuándo ha
de venir el Mashiaj, y él le respondió: “pregúntale al Mashiaj mismo”; Rabí Yehoshua le preguntó entonces dónde está y Eliyahu (profeta Elias) le
dijo que está en la puerta de Roma entre lo enfermos. Fue allí, lo encontró y le preguntó… Si es así, quiere decir que ya ha venido y está en Roma [y
sería Ieshu, el que gobierna en Roma].
[30] Le respondí: ¡Acaso esto no es una comprobación que aun no ha venido, ya que el sabio le preguntó a Eliahu cuándo vendrá! Así mismo
le preguntó al propio Mashiaj: “¿cuándo ha de venir el señor…?” Si es así aun no ha venido, aunque según la explicación literal de estos relatos ya
ha nacido, sobre lo último yo no creo.
[31] Entonces intervino su majestad el rey: Si es que nació en la época de la destrucción del Templo, debe tener más de mil años y si aun no ha
venido, ¿Cómo podrá venir?; ya que no es parte de la naturaleza humana el poder vivir mil años.
[32] Le dije: Ya fijamos las condiciones de la disputa, entre las cuales está el que yo no discutiré contigo y te responderé. No obstante todos
sabemos que ya hubo entre los primeros hombres como Adam y Metushelaj (Matusalén) que vivieron cerca de mil años; Eliahu y Janoj incluso más que
ellos – la vida está en manos de D”s.
[33] Él preguntó: ¿Dónde está él hoy día?
[34] Le dije: Esto no es parte de la disputa y no te responderé. Puede ser que lo encuentres en los portales de Tolitola, si es que envías allí alguno de sus
heraldos. Le dije esto como burlándome de él.
[35] Entonces se retiraron de este lugar y dio el rey tiempo para volver a la disputa el día lunes próximo.
Segundo día: 27 de julio – 11 de Av [En un claustro]
[36] En aquel día se dirigió el rey a unos de los claustros que hay en la ciudad y se reunieron allí casi todas las personas de la ciudad, tanto gentiles como
judíos. Estaba en ese lugar el cardenal y todos los sacerdotes y los sabios de las órdenes menores [franciscanos] y los predicadores; entonces se levantó
aquel hombre para hablar.
[37] Entonces le dije a su majestad el rey: Mi señor, escúchame. Y él me dijo: ¡Que hable él primero, ya que él es el demandante!.
[38] Le dije: Yo te pido que me dejes aclarar mi opinión sobre el tema del Mashiaj, después él podrá replicar sobre un tema explicado.
[39] Me levanté y dije: Escuchen todos los pueblos (Cf. Melajim A 22:28). Fray Paul me ha preguntado si el Mashiaj, sobre el cual hablaron los profetas,
ya ha venido y yo le respondí que no. Entonces él me trajo un libro en el cual hay un relato, según este relato en el día que fue destruido el Templo
ese mismo día nació el Mashiaj. Yo le dije que no creía en ésto.
Ustedes deben saber que nosotros tenemos tres tipos de libros, uno es la Biblia en la cual todos creemos con fe completa; el segundo tipo se llama
Talmud, que es una explicación de los mandamientos de la Torá, ya que en la Torá hay 613 mandamientos y no existe ninguna que no haya sido
explicada en el Talmud, nosotros creemos en él con respecto a la explicación de los mandamientos. Tenemos un tercer tipo de libro llamado Midrash, es
decir “sermones” [o relatos exegéticos], como si el cardenal presente dirigiera un sermón al pueblo y a uno de los concurrentes le pareció bien y lo
escribió; este libro aquel que crea en él – está bien, aquel que no crea en él – no daña.
Hay algunos de nuestros sabios que escribieron que el Mashiaj no nacerá sino hasta una época cercana al momento en que ha de sacarnos del exilio. Por
lo tanto no creo en este libro en aquello que declara que el Mashiaj nació el día de la destrucción del segundo Templo. También nosotros llamamos a este
texto Hagadá, es decir “racionamiento” (*), cuya definición nos indica que son conceptos que una persona comunica a otra (**). No obstante yo estoy
dispuesto a aceptarla en forma literal, como ustedes quieren, ya que este relato es una comprobación explícita que Ieshu no es el Mashiaj,
como ya les dije, ya que él no nació en aquel día. Es claro por lo tanto que en aquel momento (de la destrucción del Templo), todo el asunto de
Ieshu había ya pasado mucho tiempo antes.
(*) Racionamiento, acción y efecto de racionar. En el español que hablamos hoy en día indica someter algo en caso de escasez a una
distribución ordenada. No obstante tiene un uso técnico dentro del campo de la lógica, llamándose así a un argumento estructurado con
rigor y necesidad lógica. Al parecer la segunda acepción mencionada era la más común dentro del universo conceptual del siglo XIII, lo que
podemos decir también dentro del catalán (racionament). Sin embargo, utilizar el término “racionamiento” para describir un relato (Hagadá)
es una acepción de la cual no tengo conocimiento.
(**) Sobre las palabras de Rambán., el cual se refiere a la Hagadá como un relato que una persona comunica a otra, sin autoridad que
obligue dentro del judaísmo, existe discusión entre los sabios más recientes. Hay algunos que opinan que tal afirmación fue dicha dentro de
la disputa para argumentar contra el apóstata, no obstante no eran el pensamiento propio de Rambán (Cf. Shebil HaZahab, R. Mordejay
Eliasberg, p. 27). Por otro lado, el editor de la disputa (Edición Mosad HaRab Kuk, Kitbey HaRambán, p. 308, notas) trae muchas fuentes
donde se declara una apreciación semejante a la de Rambán sobre la Hagadá: vid. R. Abraham, hijo de Rambam, Sobre los estudios de
JaZal, sección 4; Shiltey HaGuiborim sobre RYF al tratado Abodá Zará, cap. 1; etc.
Tú mi señor, el rey, me preguntaste y me cuestionaste mucho mejor que ellos, ya que no es normal en un ser humano que viva mil años.
Ahora responderé a tu pregunta: Adam, el primer hombre, vivió mil años menos setenta (Cf. Bereshit 5:5); y los versículos declaran en forma explícita
que murió a causa de su pecado, y si no hubiera pecado podría haber vivido mucho más o para siempre (*). Los gentiles y los judíos opinamos que el
pecado y el castigo del primer hombre se anularán en la época mesiánica (**). Por lo tanto, después que venga el Mashiaj se anulará la
muerte de todos nosotros, pero del Mashiaj mismo está anulada por completo, si es así es posible que él viva mil años o para siempre; así dice el
salmista: “Vida te pidió y le diste, una vida larga, para siempre” (Tehilim 21:5), lo que es claro.
(*) Cf. Bereshit 1:17. La Torá declara en el momento que D”s advirtió al hombre de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal:
“… el día que comas de él, de morir morirás”. Rambán explica ad loc. que no se refiere a que morirá inmediatamente, como vemos de la
propia Escritura, sino que por causa del pecado ha de morir, se desprende de esto que si no hubiera pecado podríamos concluir que
hubiera sido inmortal. Sobre el tema, Rambán trae dos opiniones en su comentario a la Torá, hay quienes opinan que el hombre fue creado
mortal y el pecado lo que introdujo en el mundo es el hecho que por transgredir la muerte será adelantada; en cambio otras opiniones
sostienen que Adam era inmortal y por haber pecado D”s lo castigó con la mortalidad. [Cf. Shabat 55b, B.R. ad fin. 17]. En cambio la
posición de los nazarenos sobre el tema refleja sólo la tesis de la creación inmortal del primer hombre, siendo el pecado la causa de la
muerte. [Tomás de Aquino, Summa Theologica I,97,1; II-II, 164,1]
(**) Cf. Shemot Rabá 30,2 “En los días del Mashiaj, D”s destruirá a la muerte”
[40] Preguntaste además, mi señor el rey, dónde él [el Mashiaj] está ahora; los versículos dicen en forma clara que Adam, el primer hombre, vivió en el
jardín de Edén que está dentro de Eretz Israel, y cuando pecó se declara que D”s lo expulsó del jardín de Edén; por lo tanto, el Mashiaj que está
excento del castigo por el pecado de Adam se encuentra allá en el jardín de Edén. Así dijeron los sabios en los libros de relatos que mencioné.
[41] Entonces preguntó el rey: ¿Acaso no dijeron en aquel relato que él está en Roma?
[42] Le respondí: no se ha dicho que él esté en Roma, sino que se revelará en Roma en algún momento, ya que le dijo Eliahu a aquel sabio [Cf. 29]
que lo podrá encontrar allá en ese día, que se mostrará allá. Ha de revelarse allá, en Roma, a causa del motivo que se declara en los relatos, pero yo no
quiero comentarlo aquí debido a la cantidad de gente que nos rodea. No quise declarar lo que se lee en la Hagadá, que el Mashiaj estará en
Roma hasta destruirla, como encontramos con Moshé, nuestro maestro, que creció en la casa del Faraón hasta que lo castigó y ahogó a todo su
pueblo en el mar. Así también se declara con respecto a Jirán, el rey de Tiro: “Saqué fuego de dentro tuyo y te consumí” (Yejezkel 28:18). Así también
declara Yeshayahu: “Allí ha de paser el becerro y allí se echará, sus retoños consumirá” (Yeshayahu 27:10). En el texto Pirkey Eijalot (6,2) dice: “…hasta
que le diga una persona a otra: anda a Roma y todo lo que hay en ella está a una pruta [moneda mínima], y éste le diga: no me interesa…”(*). Estas citas
se las comenté al rey en privado.
(*) “Después ha de subir otra nube… y bajará una peste, leprosidad, sobre Roma hasta que diga…”
[43] Pregunté y volví a acotar: ¿Ustedes está de acuerdo conmigo que el pecado de Adam, el primer hombre, se anulará en la época
mesiánica?
[44] Respondieron mi señor el rey y fray Paul: Sí. No obstante no como tú opinas, ya que el principio es que todos los seres humanos deberían caer en
el infierno como castigo por el pecado, en cambio en días del Mashiaj Ieshu se anulará este castigo y todos saldrán de allí. (*)
(*) Según Tomás de Aquino (Suma II-II,163,3) La magnitud del pecado de Adam hizo que el castigo fuese colectivo siendo que toda la
humanidad participa de él; por lo tanto la única posibilidad de librarse del infierno consiste en seguir la doctrina de Ieshu. Por lo tanto, según
su opinión el cumplimiento de los preceptos (la conducta humana que enseña el Tanaj) carece de importancia, siendo la fe en Ieshu la única
posibilidad de salvación [çìéìä]. (Cf. Suma I-II,122,1; 114,2)
[45] Yo les dije: En nuestra tierra suelen decir: “el que quiere mentir que aleje a los testigos…”. Muchos castigos están escritos con respecto al
pecado de Adam y Javá, la tierra fue maldita a causa de él (Bereshit 3:17), cardos y espinas ha de producirle (Ibíd. 3:8), con sudor de sus narices (Ibíd.
3:19), tú eres polvo (Ibíd. 19:19). Así también con respecto a la mujer, con dolor ha de parir a sus hijos (Ibíd. 42:16). Todo lo anterior está vigente
también hoy en día, todo lo que se ve y se siente no ha sido expiada con la venida de sus Mashiaj; sin embargo el infierno, que no aparece escrito en
los versículos, ustedes dicen que expió, además de no haber nadie que pueda contradecirles – envíen a alguno que vaya y nos cuente.
Este argumento de ustedes es impropio para D”s, ya que los justos no reciben el infierno como castigo del pecado de Adam, el primer hombre, su
ascendiente; mi alma está cercana al alma de mi padre como al alma del Faraón, por ende a causa de los pecados del Faraón no entrará mi alma al
infierno. No obstante, los castigos fueron corporales ya que mi cuerpo proviene de mi padre y de mi madre y cuando fue decretado sobre ellos que
serían mortales, su descendencia para siempre serían también mortales.(*)
(*) Es una disputa filosófica y teológica profunda entre los pensadores judíos y los seguidores de Ieshu sobre las consecuencia del pecado
de Adam. Entre los textos fundamentales que tratan este tema podemos señalar, fuera de la presente discusión, “Maguén VeJéreb” de R.
Yehudá Aryeh de Modena y “Séfer HaBitul” de R. Jasday Crescas; siendo la opinión general de los sabios de Israel que el castigo se
extendió a nivel físico y no a nivel espiritual. Por lo tanto, el castigo por la coducta humana es propio de cada cual y no colectiva, en cambio
las señales físicas del castigo permanecen y están vigentes aun, comprobación de que el Mashiaj todavía no las ha venido a expiar o
eliminar. No debemos además olvidar que hay opiniones entre los sabios (Rambam) que sostienen que la época mesiánica tiene una función
totalmente diferente a la presentada aquí y no relacionada con procesos fisiológicos.
[46] Se levantó aquel hombre y me dijo: te traeré otra comprobación que la época del Mashiaj ya ha pasado.
[47] Le dije: mi señor el rey, escúchame un momento. Para nosotros la justicia y la verdad no radican como principio en el Mashiaj (*), pues tú eres
para mi más fundamental que el Mashiaj. Tú eres rey y también él es rey. Tú eres un rey gentil y él es rey de Israel, porque el Mashiaj no es
sino un ser humano como tú. Cuando yo sirvo a mi Creador aquí en el destierro con sufrimientos y esclavitud, sometido a la humillación de los pueblos
que constantemente nos persiguen, mi recompensa será mayor ya que lo que yo hago con mi propio cuerpo sube delante de D”s, y por intermedio de
esto amerito cada vez más a recibir el mundo venidero. Pero cuando haya un rey de Israel conforme a las normas de nuestra Torá y que gobierne sobre
todos los pueblos, tendré que someterme a las leyes de los judíos forzosamente; en tal caso mi recompensa no será tan grande.
(*) La opinión de Rambán presentada aquí es ampliada en su libro “HaGueulá”, allí el sabio dice: “Debes saber, con la ayuda de D”s, que si
llegamos a la conclusión que nuestros pecados y los pecados de nuestros padres hicieron que perdamos toda esperanza de liberación, y por
lo tanto el destierro se alargaría y continuaría sin fin… todo esto no afecta el principio básico de la Torá, ya que para nosotros no hay otra
recompensa sino el mundo venidero y el placer espiritual que alcance nuestra alma en el placer que se denomina el jardín del Edén, siendo
que nos habremos salvado del Guehinam. Sin embargo nosotros seguimos declarando que llegará la Gueulá o liberación ya que es un punto
verdadero sostenido por todos los hombres de Torá y por los profetas…”
No obstante, el principio fundamental que subyace a la discusión entre los judíos y los nazarenos es aquello que ustedes declaran con respecto a la
esencia de la Divinidad, algo muy amargo. Tú, mi señor el rey, cristiano hijo de cristianos, tú escuchaste durante toda tu vida a los sacerdotes [a los frailes
menores y a los predicadores] hablar sobre el nacimiento de Ieshu, te llenaron tu mente y tus pensamientos de este tema hasta que se volvió parte de ti,
todo debido a la repetición. Pero aquello en lo cual ustedes creen, el principio de su religión, es algo que el intelecto humano comprende, las leyes
naturales no aceptan, los profetas jamás hablaron de algo semejante; incluso lo milagroso no puede desarrollarse en este tema, como explicaré con
comprobaciones claras en su lugar y a su tiempo. Me refiero a que el Creador del cielo y de la tierra [y de todo lo que contienen] se transforme en un
feto en el vientre de una judía y que se desarrolle allí siete meses [durante nueve meses, var. lect.] y que nazca siendo un niño, que después crezca y sea
entregado en manos de sus enemigos, que sea juzgado y sentenciado a la pena capital y que luego lo maten, y que después se diga que resucitó y volvió a
su primer lugar. Todo lo anterior es impensable para el pensamiento de cualquier judío y de cualquier ser humano. Ciertamente es un sin sentido que
prediquen algo así, ya que esto es el punto central de nuestra discusión. No obstante, si quieren que hablemos sobre el Mashiaj podemos hacerlo.
[48] Dijo fray Paul: ¿Tú crees que el Mashiaj ya ha venido?
[49] Le dije: No. Yo creo y se que aun no ha venido. No hubo ningún hombre jamás que haya dicho y que digan sobre él que es el Mashiaj fuera de
Ieshu, y yo no puedo creer en su mesianismo. El profeta declara sobre el Mashiaj que su reinado se extenderá desde el mar al mar y desde el rio hasta
los confines de la tierra (Cf. Tehilim 72:8); en cambio Ieshu no tuvo gobierno, por el contrario fue perseguido por sus enemigos y se escondía de ellos,
finalmente cayó en sus manos y no tuvo la fuerza de salvarse a si mismo, entonces cómo hemos de pensar que pueda salvar a todo Israel. Además
incluso después de su muerte tampoco tuvo poder, ya que el imperio de Roma no se originó para él; antes que comenzaran a creer en él el imperio de
Roma controlaba la mayoría del mundo, por el contrario después de haber recibido la fe en Ieshu perdieron mucho su control. Incluso hoy en día, los
siervos de Mahoma tienen mucho más poder que ustedes.
El profeta escribe que en la época mesiánica no será necesario que una persona le enseñe a otra el conocimiento sobre D”s, ya que todos lo
reconocerán. (Cf. Yirmiyahu 31:33). La tierra se llenará del conocimiento de D”s así como las aguas cubren las aguas (Cf. Yeshayahu 11:40), sus
espadas han de fundir y los pueblos no se levantarán en armas unos contra otros ni se prepararán para la guerra (Cf. Ibíd. 2:4). Sin embargo, desde los
tiempos de Ieshu y hasta ahora todo el mundo está lleno de violencia y robo, y los cristianos han derramado sangre más que cualquier otro pueblo
sobre la tierra y abundan en prostitución. ¡Cuán difícil será para ti, mi señor el rey, y para tus jinetes no prepararse más para la guerra!
El profeta además declara que el Mashiaj ha de golpear la tierra con el látigo de su palabra (Cf. Ibíd. 11:4), sobre lo último se ha explicado en el libro de
relatos que tiene fray Paul: “le dicen al rey Mashiaj, aquel estado se ha revelado en contra tuya, él dirá que venga la langosta y la destruya; le dirán aquella
provincia se ha revelado en contra tuya, entonces él dirá que venga el pulgón y la consuma”, todo lo cual no ocurrió con Ieshu. Ustedes sus siervos
prefieren caballería armada y a veces incluso esto no le es suficiente. Puedo todavía traer muchas comprobaciones de las palabras de los profetas.
[50] Entonces gritó aquel hombre: Este es siempre su sistema, alargarse en palabras. Pero yo quiero preguntarle.
[51] El rey me dijo: Cállate, porque es él quien pregunta. Y me quedé callado.
[52] Ciertamente [habló aquel hombre] los sabios judíos han dicho sobre el Mashiaj que es mayor que los ángeles, lo que no puede referirse sino a Ieshu
quien es el Mashiaj y dios al mismo tiempo. Entonces él leyó lo que dijeron en los relatos de los sabios (Cf. Yalkut Shimoní, Yeshayahu 476) sobre
el versículo (Yeshayahu 52:13): “Elevado, ensalzado y superior…”, cuya explicación es: “elevado” más que Abraham, “ensalzado” más que Moshé y
“superior” más que los ángeles.
[53] Le dije: Nuestros sabios dicen esto en forma constante de todos los justos, son mayores espiritualmente los justos a los ángeles (Cf. Sanedrín 93a).
Así dijo Moshé, nuestro maestro, al ángel que en el lugar donde él se sienta no tienen los ángeles permiso de sentarse (Cf. Sifrí, Nitzabim 308), e incluso
sobre todo Israel se ha declarado: “Son queridos Israel más que los ángeles…” (Julín 91b).
No obstante, lo que quiso decir el redactor de este relato sobre el Mashiaj es lo siguiente: Abraham, nuestro patriarca, educó a los pueblos de su
época en la creencia en la unidad de D”s, les enseñaba en público su fe, eso le llevó a discutir con Nimrod aunque no tuvo temor de él. Moshé hizo
aún mucho mas que él, pues se levantó contra el Faraón, aquel rey poderoso y malvado, y sin compadecerse de él lo golpeó con grandes plagas
hasta sacar a Israel de Egipto. Los ángeles se apresuran mucho en todo lo referente a la Gueulá como se declara: “Mi pueblo no se fortalece en todo ésto
[la liberación] como Mijael, el ministro de ellos…” (Cf. Daniel 10:21), y se declara además: “Volveré a luchar contra el ministro de Persia…” (Ibíd.). En
cambio el Mashiaj ha de hacer más que todos los anteriores, “levantará su corazón para comportarse según las enseñanzas de HaShem…”
(Dibrey HaYamim 13:9), él vendrá y le ordenará al Papa y a todos los reyes de los pueblos en Nombre de HaShem: “Envía a mi pueblo para que me
sirva…” (Shemot 8:16); entonces hará entre ellos muchos y grandes milagros y maravillas y no tendrá miedo de ellos en lo absoluto, él se levantará dentro
de la ciudad de Roma hasta que la destruya. Si quieres te explicaré todo el tema. Pero él no quiso escuchar.
[54] Además aquel hombre leyó otro relato en el cual el Mashiaj reza por Israel para que D”s les perdone sus pecados, siendo que él está dispuesto a
recibir sufrimientos, no obstante él le pide a D”s: estoy dispuesto a recibir sufrimientos con la condición que la resurrección ocurra en mis días; no
solamente pido esto para los muertos en mi generación, sino para todos los muertos desde Adam hasta ahora; y no solamente para los muertos, sino para
todos aquellos que fueron arrojados al mar y se ahogaron o que fueron devorados por las fieras. Por lo tanto, los sufrimientos que recibió sobre él el
Mashiaj se concretaron con la muerte de Ieshu, que éste recibió en forma voluntaria.
[55] Le dije: Pobre de aquel que no sé avergüenza. Todo lo que dijiste Ieshu nunca lo hizo. No resucitó muertos desde Adam hasta ahora, nada
de lo que dijiste él hizo. Además esta oración revela que es un hombre y no un dios, ya que no tiene el poder de resucitar. Por otro lado, los
sufrimientos a los que te referiste (*) no son sino el profundo dolor que siente al demorarse su venida y ver a su pueblo en el destierro, el honor de
D”s pisoteado, la idolatría a la que sirven y a los herejes que hacen de otro el Mashiaj y lo honran.
(*) Los sufrimientos del Mashiaj están mencionados en Yalkut Shimoní, Yeshayahu 476. “Rab Huná en nombre de Rabí Aja: los
sufrimientos [por nuestros pecados] se dividen en tres partes, una parte recibirán las generaciones futuras y los patriarcas, otra recibirá la
generación que abandone la Torá y otra recibirá el Mashiaj.”
[56] Entonces aquel hombre volvió a decir: Daniel declaró: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar
con el delito, para acabar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar más
sagrado” (Daniel 9:24) Y setenta semanas, que son de años, llegan a 490 años, la cantidad de tiempo que estubo el segundo Templo más los setenta años
del exilio en Babilonia, siendo que el lugar más sagrado representa a Ieshu.
[57] Le dije: ¿Acaso Ieshu no vivió, según nuestros cálculos, más de treinta semanas antes de esta época? Esto es una evidencia sobre la que atestiguan
personas que fueron contemporáneas suyos, e incluso según los cálculos de ustedes vivió unas diez semanas antes de esta fecha.
(*) Según lo declarado por los sabios Ieshu vivió unos doscientos años antes de la destrucción del segundo templo, lo que da un poco
menos de treinta semanas (28.57). Mientras que según ellos nació setenta y tres años antes de la destrucción, lo que da más de diez
semanas (10.42).
[58] Aquel hombre agregó: Así fue. Pero un versículo que declara “has de saber, pues, y entender que desde que se pronunció el decreto para restaurar
y edificar Yerushaláyim hasta el Mashiaj, el príncipe…” (Ibíd 9:25), él es el Mashiaj, él es el príncipe, él es Ieshu.
[59] Le dije: También esto es un error común, porque el versículo divide las setenta semanas que mencionó y cuenta hasta el Mashiaj siete semanas,
después de él cuenta sesenta y dos semanas para la construcción de la ciudad y del pozo [que la redea] y luego cuenta una semana [la mitad de una
semana] para establecer un pacto con muchos pueblos; así se completan las setenta semanas (*). Y Ieshu que tú denominas Mashiaj, el prícipe, no vino
al cumplirse las setenta semanas, sino después de más de sesenta semanas según tu cálculo. Si quieres explícame toda el tema según tu opinión y yo te
refutaré ya que no podrás explicarla jamás de ninguna manera. Me sorprende que hables de algo que no sabes; por eso yo te informaré que el Mashiaj, el
príncipe, del que hablan los versículos es Zerubabel, el cual vino, como consta de la Escritura, a las siete semanas. (**)
(*) Para poder entender las palabras de Rambán debemos analizar los versículos mismos, así:
“9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con el delito, para acabar con el pecado,
para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para el cumplimiento de la visión y la profecía, y para ungir el lugar más sagrado. 9:25
Has de saber, pues, y entender que desde que se pronunció el decreto para restaurar y edificar Yerushaláyim hasta el Mashiaj, el príncipe,
habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; y volverá a ser edificada la ciudad y el pozo [que la rodea], pero durante una época
angustiosa… 9:27 Por una semana él establecerá un pacto con muchos pueblos, y en la mitad de la semana hará cesar los sacrificios y las
ofrendas de harina…”.
En el versículo 24 se declara un número general setenta semanas [semana se refiere a un lapso de tiempo de siete años, cf. Ibn Ezrá a Daniel
9:24; Seder Olam. cap. 28; por lo tanto son 490 años, desde la destrucción del primer Templo hasta la destrucción del segundo], después
Rambán sostiene que los versículos dividen este número en diferentes periodos:
1) Desde que se destruyó el primer Templo [que desde entonces hubo necesidad de reconstruirlo y como si se pronunció el decreto de
reconstrucción] hasta la venida del Mashiaj pasarán siete semanas [vers. 25], es decir 49 años; el Mashiaj en cuestión es Zerubabel, cf,
infra.
2) Después de él pasarán sesenta y dos semanas durante los cuales la ciudad y el segundo Templo estarán construidos [vers. 25], es decir
434 años, no obstante sabemos que el segundo Templo se mantuvo por 420 años, Rambán responde en Séfer HaGueulá [pag. 282 edic.
Mosad Harab Kuk] que los 434 años se refieren a las calles de la ciudad.
3) Luego hay un lapso de una semana y media en el cual el destructor de Yerushaláyim establecerá un pacto con numerosos pueblos [vers.
27], según Rambán en op. cit. se trata de Tito quien hizo un pacto con Israel siete años antes de la destrucción.
(**) Rambán sostiene aquí y también en Séfer HaGueulá que el Mashiaj anunciado en Daniel es Zerubabel, quien vino 49 años después de
la destrucción del primer Templo. Sin embargo, el propio Rambán pregunta que en verdad Zerubabel vino después de 51 años de la
destrucción, cuando Kóresh [que según la opinión de Rashí es el Mashiaj anunciado por Daniel, cf. Rashi ad loc.] permitió a algunos
desterrados volver a edificar el Templo el año primero de su reinado [cf. Rashí y Ibn Ezrá sobre el comienzo del libro de Ezrá], sobre ésto
responde que el mensaje de la profecía fue decirle a Daniel que no pasarán 49 sin liberación, es decir no se llegará a la semana octava sin
que haya venido el Mashiaj, el príncipe.
[60] Aquel hombre preguntó: ¿Cómo entonces lo llama la Escritura “Mashiaj”?
[61] Le dije: También Kóresh es denominado “Mashiaj” [Cf. Yeshayahu 45:5]. También sobre Abraham, sobre Yitzjak y sobre Yaakob la
Torá declara: “No vayan a tocar a mis ungidos [Mashiaj]…” (Tehilim 105:15). Por este motivo se lo denomina “el príncipe”, ya que no se mantedrá
su reinado [de Zerubabel], aunque él es honrado y enaltecido dentro de su pueblo, como se declara: “Los nobles de entre los peublos se reunieron con el
D”s de Abraham” (Tehilim 47:10). He aquí, te puedo explicar todo el tema detalladamente si quieres tú y sus colegas estudiarlo, o que tú solo tengas
inteligencia para comprenderla. Y yo declaro delante de mi señor el rey y delante de todo el público presente no se encuentra en esta sección, así como
en ninguna de las palabras de Daniel, una señal sobre la venida del Mashiaj sino hasta el final del libro. Ya que así se entiende claramente de los versículos
que declaran todo lo que se expresa en esta sección [Cf. Daniel 9] y en otras referentes al mismo tema [Cf. Daniel 7:25, 8:13].
Daniel solía rezar constantemente para saber la venida del Mashiaj [Cf. Daniel 8:15], y finalmente le fue revelada la venida del Mashiaj en el versículo que
dice: “Desde el momento en que será interrumpido el sacrificio diario hasta la desolación de la abominación pasarán mil docientos noventa días” (Daniel
12:11). Ahora explicaré este versículo delante de todo el público presente aunque resulte difícil para los judíos que están aquí (*). La Escritura dice que
desde el momento en que se interrumpa el sacrificio diario hasta que quede desolada la abominación que lo anuló, es decir el pueblo de Roma que
destruyó el Templo, pasarán mil doscientos noventa años. Los “días” mencionados aquí se refieren a años, como lo prueban otros versículos, por
ejemplo: “Por días [años] estará pendiente su liberación” (VaYikrá 25:29), o “Cada día [año]…” (Shemot 13:10) o “Días [años] o diez años…” (BeReshit
24:55). Después Daniel declara: “Feliz la persona que espera y llega a los días de mil trescientos treinta y cinco” (Daniel 12:12), con esto agregó cuarenta
y cinco años. La explicación es que en un primer momento vendrá el Mashiaj y pondrá a la abominación pagana como una desolación, extirpada del
mundo; después ha de reunir a los desterrados de Israel al desierto de los pueblos como se declara: “Te conduje al desierto y te hablé al corazón”
(Hoshea 2:16), entonces traerá a Israel a su tierra del mismo modo que lo hizo Moshé, nuestro maestro, el primer libertador, será este periodo primero
de cuarenta y cinco años. Después dejará a Israel en su tierra y estos se alegrarán con HaShem, su D”s, y con David, su rey. ¡Feliz el que pueda llegar a
estos buenos días! Desde la destrucción han transcurrido mil ciento noventa y cinco años; por lo tanto faltan de la cantidad que declaró Daniel noventa y
cinco años. Nosotros esperamos que venga el libertador para aquella fecha, ya que esta explicación es correcta y comprensible, siendo lógico confiar en
ella.(**)
(*) El editor de los escritos de Rambán acota a las palabras de nuestro rabino que tal vez sea difícil para los judíos presentes en la disputa,
ya que aleja la liberación, la Gueulá en noventa y cinco años más. (Cf. Kitbey HaRambán, Edit. HaRab Kuk, pag 314)
(**) Rambán consciente de la advertencia que fijaron los sabios “¡Que se infle el espíritu de los que calculan la vendida del Mashiaj!
(Sanedrín 97b), escribe en Séfer HaGueulá [Kitbey HaRán, pag. 270] “Lo que hemos de decir sobre la vendida del Mashiaj, son conceptos
probables, nada de lo que declaremos es propio de decretarse como necesariamente verdadero y decir sobre ello que es una afirmación
absoluta. Nosotros no somos profetas para decir algo así sobre los secretos de D”s, no obstante esperamos el momento en que venga, y
creemos en este principio. De la forma que lo hemos expresado y de las fechas que hemos explicado, podemos decir tal vez es como lo
declaramos, ¡Bendito el que sabe la verdad!”
[62] Respondió fray Paul: Dijeron los sabios en sus relatos [Hagadá], “Estos cuarenta y cinco días agregados son los cuarenta y cinco días en que se
revelará el libertador y se ocultará de ellos” (Yalkut Shimoní, Hoshea 518) (*). Así como el primer libertador, Moshé, se reveló y se ocultó de ellos
también el último libertador se revelará y se ocultará, por cuanto que mencionaron el término “día”, obviamente se refiere a días y no a años.
(*) El Midrash declara que la liberación futura será como la primera liberación, así como Moshé se reveló y se ocultó, así también el
Mashiaj se revelará y se ocultará; el lapso de tiempo que estará oculto será de cuarenta y cinco años. Esta cantidad se calcula del siguiente
modo: en un versículo dice (Daniel 12:11) “Desde el momento en que será interrumpido el sacrificio diario hasta la desolación de la
abominación pasarán mil doscientos noventa días [años]”, mientras que en otro leemos: “Feliz la persona que espera y llega a los días [años]
de mil trescientos treinta y cinco” (Daniel 12:12). [1335-1290: 45]
[63] Le dije: el Midrash ocupó el mismo lenguaje que utilizan los versículos y declaró “cuarenta y cinco días” que son años, como suelen decir los sabios
“utilizó el lenguaje del versículo” (Cf. Babá Metziá 2a)
[64] Dijo fray Paul que no existe judío en el mundo que no reconozca que el significado de “día” es “día” realmente, pero éste está cambiando los
significados según su voluntad.
[65] Entonces le al gritó el rey y trajeron un judío, el primero que encontraron y le preguntó qué significa “yom” en hebreo y él dijo “día”.
[66] Le dije: Mi señor el rey, este judío haría bien siendo juez de fray Paul pero no de mi, porque “día” se dice en el lenguaje de los versículos sobre un
“lapso de tiempo”, por ejemplo “en el día que maté a todos los primogénitos…” (*). Y en un conjunto de días se dice sobre “años”. Aquí en esta
sección [Daniel] se refiere a años, lo que era necesario declarar para finalizar el tema como ya le había dicho el ángel dos veces, “Finaliza estas palabras y
sella el libro hasta el momento del fin, entonces muchos correrán y el entendimiento se incrementará” (Daniel 12:4). Pero aquí yo hablo sobre conceptos
de sabiduría con alguien que no sabe ni entiende, por ende está bien que lo juzguen los ignorantes.
(*) Cf. BeMidbar 3:13. Los primogénitos fueron muertos de noche, por lo tanto la palabra “día” indica un periodo de tiempo.
(**) Cf. Shoftim 17:10 “Le dijo Mijá: quédate conmigo y yo será para ti un padre y un Kohén además yo te daré diez monedas de plata por
día (año)…”. Rashí explica ad loc. que se refiere al final de cada año, así mismo explican Radak y R. Yosef Kara.
[67] Entonces intervino fray Arnal de Segura: Vean que Jerónimo (*) traduce aquí el término “días” como “los días del pueblo” (**).
(*) Jeónimo [340?-420] Erudito y traductor, nació en Estridón, en los límites de Dalmacia y Panomia, falleció en Beit Léjem. En esta última
ciudad se dedicó a la traducción de la Biblia desde su original hebreo al latín; esta versión se conoce como la “Vulgata”, siendo la versión
oficial de la Iglesia Romana.
(**) No logré entender a qué se refiere fray Arnal de Segura, pues en el versículo de BeMidbar 3:13 que habla de la muerte de los
primogéntios, Jerónimo no traduce la palabra “BeYom” (en el día): “meum est enim omne primogenitum ex quo percussi primogenitos in
terra Aegypti…” [trad. lit. “Mio es pues todo primogénito ya que fueron muertos los primogénitos en la tierra de Egipto”. Si la intención del
fraile era presentar los versículos de Daniel, en ambos traduce directamente sin agregados algunos, así en Daniel 12:11 “… et posita fuerit
abominatio in desolatione dies mille ducenti nonaginta” [trad. “y será puesta la abominación en desolación por días mil doscientos noventa”]
y en el versículo siguiente: “beatus qui expectat et pervenit ad dies mille trecentos triginta quinque” [trad. “Feliz quien espera y llega a los
días mil trescientos treinta y cinco”] Puede ser que la versión de la Vulgata que llegó a nuestras manos era diferente en algunos pasajes a la
que ellos poseían en aquel tiempo (¿?) o que el fraile se equivocó e hizo equivocar a nuestro sabio.
[68] Me alegré con lo que él dijo y le repliqué: Pueden ver ustedes de sus palabras que el término “días” no tiene la misma explicación que en el resto de
los pasajes, y por lo tanto necesitó interpretarlo. Yo estoy seguro que “los días del pueblo” que mencionó [Jerónimo] son “años”, así como el pueblo suele
decir “muchos días hay desde tal hecho” y se refieren a “años”.
[69] Otra vez aquel hombre dijo: He aquí, los sabios de ustedes han dicho que el Mashiaj entró en el jardín de Edén y así se declara en los relatos
[Hagadá]: El Mashiaj por qué [ingresó al jardín de Edén], porque contempló a sus antepasados que practicaban idolatría, se alejó de sus conductas y
sirvió a D”s, entonces lo puso en el jardín de Edén. (*)
(*) Cf. Dérej Eretz Zutá ad fin. cap. I. “Nueve entraron vivos al jardín del Edén y estos son, Janoj Ben Yéred, Eliahu, el Mashiaj, Eliézer el
siervo de Abraham, Jiram el rey de Tiro, Obed el rey de los etíopes, Yaabetz el hijo de Rabí Yehudá HaNasí, Batyah la hija del Faraón y
Séraj Bat Asher y hay quien dice Rabí Iehoshua Ben Leví”.
[70] Entonces como riéndome de él dije: Esto es una prueba que el era hijo de idólatras, un hombre total. D”s le recompensó cuando se alejó del
comportamiento de sus antepasados y no practicó la idolatría como ellos. ¿Acaso esto se puede decir sobre D”s mismo? Entonces tomé su libro y leí
delante de ellos este relato desde el principio, allí se declara que catorce (*) son los que ingresaron al jardín de Edén estando vivos, y cuenta
entre ellos a Séraj Bat Asher y a Batyah, la hija del Faraón. Por lo tanto, si hubiera sido Ieshu dios como ustedes piensan, no hubiera estado
con mujeres en el jardín de Edén, sino su trono sería el cielo y la tierra el asiento de sus pies [çìéìä]; pero es como ya he dicho, que él [el Mashiaj]
está en el jardín de Edén [en Eretz Israel], en la morada que era de Adam, el primer hombre, antes de haber pecado, esta es la opinión de los sabios
según este relato, lo que es claro.
(*) Fuera de la fuente en Dérej Eretz Zutá, se conoce hoy otro documento que menciona a los que entraron al jardín de Edén, entre los
libros no canónicos el Alef-Bet de Ben Sirá relata que once entraron al jardín de Edén, aunque en la lista no está presente el Mashiaj.
[71] Entonces se levantó en rey y se retiraron todos.
Tercer día: martes 30 de julio – 14 de Av [en el palacio]
[72] El día jueves [martes] siguiente preparó el rey un lugar para la disputa en su palacio, diciendo que quería que se realizara privadamente. Por eso nos
ubicamos en la entrada del palacio. Comenzó fray Paul a proferir banalidades que no tenían ningún sentido y después dijo: Yo traeré un comprobación de
un gran sabio de ustedes que como él no han tenido hoy hace cuatrocientos años. Me refiero a maestro Moshé de Egipto y él dijo que el Mesías ha de
morir y reinará su hijo después de él, por lo tanto esta opinión contradice lo que dijiste que no morirá como todos los humanos. Y pidió que le traigan el
libro Shoftim.(*)
(*) El apóstata de seguro que había escuchado una idea semejante, pero no supo lo que había escuchado, ya que tal aseveración de
Rambam no se encuentra en el libro Shoftim del Mishné Torá, sino en el Tratado sobre la resurrección de los muertos, cap. 6. Allí Rambam
declara: “Ya sea en la época del Mashiaj o antes de él o después de su muerte…”. Vemos pues que el Mashiaj ha de morir como el resto de
los seres humanos.
[73] Les dije: En este libro no hay algo así. No obstante, yo reconozco que hay algunos de nuestros sabios que opinan así, como ya expliqué en un
principio [Cf. 39]. La opinión de los relatos conocidos como Hagadá es que él nació el día que fue destruido el Templo y que vivirá para siempre; en
cambio la opinión de los sabios que estudian literalmente es que nacerá cerca de la época de la liberación, y que vivirá muchos años y que finalmente
morirá rodeado de una gran honra heredando su corona a su hijo. Además yo ya afirmé que en esto creo, ya que no hay diferencia entre este mundo y la
época mesiánica, en lo referente a este asunto, sino la anulación del yugo de las naciones sobre Israel. (*)
(*) Cf. Sanhedrín 91:2 y Rambam que declara en el libro Shoftim, Hiljot Melajim, cap. 12, halajá 2: “Los sabios han dicho: no hay entre este
mundo y la época mesiánica sino la anulación del yugo de las naciones sobre Israel…”
[74] Entonces trajeron el libro que había pedido y comenzó a buscar en él y no encontró. Entonces yo tomé el libro de sus manos y declaré: escuchen lo
que está escrito en este libro que él trajo; comencé a leer desde el comienzo del capítulo [Hiljot Melajim 18]: “El rey Mashiaj en el futuro se
levantará para Israel, construirá el Templo y reunirá a los desterrados de Israel”.
[75] Entonces prorrumpió fray Arnal de Segura: ¡Él [Rambam (Maimonides)] miente!
[76] Le dije: ¡Hasta ahora era un sabio que como él no hubo y ahora es un mentiroso!.
[77] El rey lo reprendió y le dijo: No es digno despreciar a los sabios.
[78] Le dije al rey: El no miente, y yo te probaré del Pentateuco y de los Profetas que todo lo que dijo es verdad. El Mashiaj debe reunir a los
desterrados de Israel y a los diseminados de Yehudá, doce tribus. En cambio el mesías de ustedes no reunió a nadie, además que no se presentó
en época de destierro. El Mashiaj debe construir el Templo en Ierushalaim, en cambio Ieshu no hizo en él ni construcción ni destrucción. El
Mashiaj ha de gobernar sobre todos los pueblos, en cambio éste no gobernó ni siquiera sobre el suyo propio.
Les leí la sección “Ocurrirá cuando vengan sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición (*) que he puesto delante de ti” (Debarim 30:1) y el fin
de la sección “Pondrá HaShem, tu D”s, todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre los que te odian, sobre aquellos que te persiguen” (Ibíd.
30:7). Les expliqué además que “tus enemigos” son los cristianos, “los que te odian” son los musulmanes, los dos pueblos que nos persiguen.
El no respondió nada y todos se retiraron.
(*) Toda esta sección de la Torá se refiere a la liberación futura, e incluso aquel que se obstine y no quiera aceptar que habla del futuro sino
de una de las condiciones de la Torá; de todas formas nuestra liberación está en nuestras manos si nos arrepentimos y volvemos D”s. No la
hemos perdido a pesar de nuestros muchos pecados. (Séfer HaGueulá I).
Cuarto día: miércoles 31 de julio – 15 de Av [en el palacio]
[79] Al otro día, el viernes [miércoles] prepararon una ceremonia en el palacio, el rey estaba sentado en su trono como siempre, su trono estaba frente a
la pared. Allí estaban el cardenal y muchos ministros, Giles de Saragón y Pere Verga, además de muchos jinetes y público.
[80] Le dije al rey: Ya no deseo discutir más.
[81] Preguntó el rey: ¿Por qué?
[82] Le dije: El público presente es mucho, todos me han pedido y solicitado que ya no siga la disputa, porque tienen temor de estas personas,
los predicadores, que infunden miedo sobre todos nosotros. Además, también los sacerdotes más importantes y los honorables me pedieron que ya no
continúe; también algunos de los jinetes de tu palacio, mi señor el rey, me dijeron que yo puedo causar alguna desgracia cuando hablo delante de
ellos contra su fe. Fray Paul de Génova, uno de los doctores de las órdenes menores me aconsejó que esto no es conveniente. También muchas
personas de las plazas de la ciudad le dijeron a algunos judíos que no continuara. Pero a pesar que así fue [que los sacerdotes querían que
interrumpiera], cuando vieron que el rey se empecinaba en continuar no supieron que decir y estuvieron de acuerdo en seguir. Sobre este
punto hablamos mucho hasta que el al final declaré que seguiré en la disputa, pero que era justicia que sea yo el que pregunte un día y que sea fray Paul el
que me responda, ya que él me había preguntado por tres días.
[83] Dijo el rey: De todos modos, responde tú, y estuve de acuerdo.
[84] Se levantó aquel hombre y dijo: El Mashíaj sobre el cual hablaron los profetas, ¿Tú crees que es un hombre real y [o] un dios verdadero?
[85] Le dije: En un comienzo hicimos una condición, de referirnos primero al Meshíaj si es que vino como ustedes dicen, y después discutir si es dios
verdadero. Debido a que tú no probaste que ya ha venido, pues te refuté todas las comprobaciones vanas que trajiste. Por lo tanto, tengo razón en mi
postura y tú debes traer pruebas, así como ustedes aceptaron; y si no reconocen que tengo razón en mi postura, yo me comprometo a probarla
completamente, si es que así lo desean. Después que aclaré que Ieshu no es el Meshiaj, no tienen derechoa pedir que se discuta si el Meshiaj que en el
futuro ha de liberar a Israel es un hombre real u otra cosa.
[86] Dijeron entonces los sabios juristas que estaban allí que tengo razón en lo que digo.
[87] Me dijo el rey: ¡Responde de todas formas!
[88] Le dije: En verdad el Meshiaj ha de venir y será una hombre real, hijo de un hombre y de una mujer de la unión de ambos como yo. Su
ascendencia estará relacionada con el rey David (*), como se declara: “Una rama brotará del tronco de Ishai, y un vástago de sus raíces dará frutos”
(Yeshayahu 11:1). Además está escrito: “Hasta que venga Shiló” (BeReshit 49:10), se refiere a su hijo, ya que “Shiló” proviene de “Shiliá”
[hebr. Placenta], indicando que nacerá como el resto de los seres humanos dentro de una placenta. Y si hubiese sido engendrado por un espíritu divino
no hubiera sido descendiente de Ishai, incluso que hubiera permanecido en el vientre de una mujer de su familia (**), tampoco hubiera heredado ningún
reinado, ya que las mujeres no heredan, según la Torá, cuando hay un varón [Cf. Baba Batrá 115b], además David sólo tuvo hijos varones.
(*) Sobre la ascendencia del Mashiaj dice Rambam (Introd. al Cap. Jélek, Sanhedrín) en el artículo trece de sus principios: “No ha de haber
un rey para Israel sino de la familia de David, descendiente de Shlomó únicamente y todo el que discute contra esta familia, reniega de la fe
en D”s”. R. Yehudá Aryeh de Modena (Maguén VaJéreb, edit. Mekizey Nirdamim pag. 53) agrega que no existe duda que el Mashíaj ha
de proceder de un descendiente del rey Shelomó; así a David le fue comunicado que el pacto divino ha de continuar en su descendencia
(Cf. Shemuel B 7:12); siendo que recaerá sobre aquel que construya el Templo (Cf. Ibíd. 7:13), lo cual realizó Shelomó; de tal modo el
profeta declara sobre éste último: “Será fiel tu casa y tu reinado para siempre…” (Ibíd. 7:15-16). Sin embargo, una de las genealogías de
Ieshu traídas en los escritos cristianos (Cf. Lucas 3:23-38) lo hace descendiente de David por medio de su hijo Nathán, lo cual junto a otras
contradicciones hacen muy dudosa la veracidad de tales escritos. Los teólogos cristianos trataron de responder esta interrogante, más aun
que en la genealogía traída por Mateo 1:2 se lo hace descender de David por medio de su hijo Shelomó, vid. Tomás de Aquino (Summa
III, q. 31, art. 3) quien guarda silencio sobre este problema.
(**) Según la opinión de los cristianos, Ieshu no nació de una relación natural sino de un efecto que realizó un espíritu sobre su madre
Miriam (Cf. Tomás de Aquino, Summa III, q. 31. art. 1), según ellos habría tomado su carne de la simiente de David, es decir Miriam. No
obstante, como ellos mismos opinan, Miriam no habría participado en la gestación pues no tenía, según sus sabios, menstruación – fenómeno
que ocurre como castigo al pecado de Javá, del cual supuestamente ella estaba libre – por ende, Ieshu no sería descendiente de David, no
por parte de padre (a pesar que las genealogías mencionan al marido de Miriam como descendiente de David) y no por parte de madre
[mayor información sobre el tema vid. Maguén VeJéreb de R. Yehudá Aryeh de Módena]
[89] Entonces él dijo: Hay un salmo que dice: “Canto de David. Declaró HaShem a mi señor: siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos como
descanso para tus pies” (Tehilim110:1) ¿A quién podría denominar el rey David “mi señor” sino a D”s, y cómo se sienta este “señor” a la
derecha de D”s?
[90] Dijo el rey: Muy bien ha preguntado, pues si hubiera sido el Meshiaj un hombre real, descendiente del rey David, él no lo hubiera denominado
“mi señor”. Si yo tuviera un hijo o un nieto de mi familia, incluso que gobierne sobre todo el mundo, nunca lo hubiera denominado “mi
señor”; por el contrario hubiese querido que él me llame “mi señor” y que también bese mi mano.
[91] Me di vuelta hacia fray Paul y le dije: ¿Acaso tú, judío, eres el sabio que encontró esta novedad y renegaste a causa de ella? ¿Acaso tú eres
el que le dijo al rey que reuniera sabios judíos para discutir con ellos sobre las novedades que encontraste? ¿Acaso no escucharon esto hasta ahora?
¿Acaso no hay sacerdote y mozalbetes que haga a los judíos esta pregunta? Esta pregunta ya es muy anticuada.
[92] El rey me dijo: ¡¡Respóndela!
[93] Le dije: Ahora, escuchen. David, el rey, fue un poeta que compuso los salmos por inspiración divina, y los compuso para que los recitasen delante
del altar de HaShem. El mismo no los cantaba, además no le estaba permitido cantarlos ya que es una prohibición para él (*), sin embargo entregó los
salmos a los levitas para que los reciten. Como era así, compuso los salmos de manera que sea apropiado que el levita los dijese; por lo tanto, si hubiera
dicho: “declaró HaShem a mí…”, el levita estaría diciendo una mentira, por ende era apropiado que el levita dijese en el Templo: “declaró HaShem a
mi señor, es decir a David, siéntate a mi diestra…”. Y la razón que le pide sentarse significa que D”s lo ha de proteger y lo ha de salvar,
haciéndolo sobreponerse sobre sus enemigos. Y así fue, pues en cierta ocasión blandió su lanza contra ochocientos y los mató de una sola vez (**).
¿Acaso hay entre los jinetes aquí presentes alguien que pueda realizar tal proeza? Esto es lo que se declara “la diestra de HaShem”. Del mismo modo se
dice de David, “Tu diestra me apoyará…” (Tehilim 18:36); así también: “La diestra de HaShem hace proezas, la diestra de HaShem se eleva…” (Ibíd.
118:15-16).
Sobre Moshé se ha declarado: “el que envió su glorioso brazo para estar a la derecha de Moshé…” (Yeshayahu 63:12); así él mismo dijo cuando
fue eliminado el Faraón: “Tu diestra, HaShem, destruyó al enemigo” (Shemot 15:6). Además que es parte del estilo de los versículos mencionar
nombres en lugar de pronombres (*). Por ejemplo: “Envió HaShem a Yerubaal, a Bedán, a Yiftaj y a Shemuel [en vez de a mí]…” (Shemuel A 12:11),
“mujeres de Lémej [en vez de mías], presten atención a mi declaración” (BeReshit 4:38). Y así son también todas las palabras de Moshé, nuestro
maestro, en la Torá (**).
(*) Según la opinión de Rambán, las Escrituras suelen utilizar un estilo tal que mencionan nombres personales en lugar de pronombres
personales, como ejemplifica más adelante. Del mismo modo explica en su comentario a Shemot 24:1, allí la Torá declara “A Moshé dijo:
¡Sube hacia HaShem.!”, simplemente HaShem está hablando con Moshé y por ende habría sido lógico decir “Sube hacia a Mi”, por eso
Rambán declara ad loc. “Según la explicación simple del versículo a veces se menciona el nombre en lugar del pronombre”.
(**) Es decir que escribió la Torá en un estilo impersonal, así declara Rambán en la introducción a su comentario de la Torá: “El motivo de
haber sido escrita la Torá de este modo, es decir en tercera persona, de debe a que la realidad de la Torá antecedió a la creación del
mundo. Así también antecedió al nacimiento de nuestro maestro Moshé, como hemos recibido por tradición, la Torá estaba escrita con
fuego negro sobre fuego blanco. Por lo tanto, Moshé es como un escriba que copia hechos anteriores y por eso escribió en tercera persona,
en estilo impersonal. Pero es verídico y claro que toda la Torá desde “En un comienzo…” hasta “delante de todo Israel” fue transmitida por
D”s a Moshé.”
No obstante, aquí es obligatorio opinar como tú mismo dijiste (var. lec. como ya dije) que los salmos fueron compuestos por medio de inspiración divina,
y éstos se refieren a David o a su hijo que está sentado sobre su trono: éste es el Mashíaj. Así como todo lo referente al período mesiánico se concretó
en David, en cierto aspecto, del mismo modo ocurrirá con el Mashíaj de manera completa. Así la diestra de HaShem sostuvo a David hasta que triunfó
sobre los enemigos que tuvo a su alrededor, del mismo modo sostendrá al Mashíaj hasta que haga de las naciones un banquito para sus pies (Cf. Tehilim
101:1), pues todas las naciones son sus enemigos, ya que esclavizaron a su pueblo, renegaron de su venida y de su reinado, algunas
hicieron otro Mashíaj. Por lo tanto, lo dicho es apropiado para aquel que recitará el salmo en el Templo, ya sea en días de David o en días del Mashíaj
su hijo, ya que tal salmo se refiere al trono de David y a su reinado.
[94] Respondió fray Paul: ¿Cómo él puede decir algo así? Sus propios sabios declaran que el salmo se refiere al Mashíaj, siendo la explicación simple del
versículo que él está sentado a la diestra de D”s. Entonces trajo un relato de los sabios que dice que en el futuro por venir HaShem ha de sentar al
Mashíaj a su diestra y a Abraham a su izquierda. (*)
(*) Cf. Yalkut Shimoní, Tehilim 869. “Canto de David. Declaró HaShem a mi señor: sientate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos
como descanso para tus pies” (Tehilim110:1) . Dijo Rabí Yudán en nombre de Rabí Ajá Bar Janiná [la explicación del versículo es la
siguiente]: en el futuro por venir D”s sentará al rey Mashíaj a su diestra y a su izquierda sentará a Abraham. Entonces el rostro de Abraham
palidecerá y dirá: ¡el hijo de mi hijo se sienta a la diestra y yo a la izquierda! HaShem lo tranquilizará diciendo: el hijo de tu hijo se sentará a
la diestra tuya y también Yo me ubicaré a tu diestra”.
[95] Le respondí: También esto coincide con mi opinión, ya dije que estos relatos se refieren en parte a David y de modo fundamental al Mashíaj. Pedí un
libro y me lo dieron.
[96] Le respondí: ¡Vean a éste que es un ladrón de ideas! Ya que el relato declara: “en el futuro por venir D”s sentará al rey Mashíaj a su diestra y a su
izquierda sentará a Abraham. Entonces el rostro de Abraham palidecerá y dirá: ¡el hijo de mi hijo se sienta a la diestra y yo a la izquierda! HaShem lo
tranquilizará diciendo.” De lo anterior se desprende que el Mashíaj no es D”s y que Ieshu no es el Mashíaj, pues si hubiese sido D”s Abraham
no se hubiera avergonzado de su nieto ni su rostro hubiera palidecido. Del mismo modo, el relato dice “hijo de mi hijo” y no “hijo de mi hija”, y Ieshu,
según como ustedes sostienen, no era descendiente de Abraham en lo absoluto. El hecho de sentarse a la diestra en lo referente al Mashíaj es como el
hecho de sentarse a la izquierda en lo referente a Abraham, ambos son humanos. Por lo tanto, es claro que Ieshu no es el Mashíaj, por cuanto que
tal relato declara que “en el mundo por venir”, y los sabios que así lo dicen vivieron después de él casi quinientos años. No obstante, fray
Paul “come la cabeza y la cola y no se avergüenza”.
[97] Entonces volvió y trajo un Midrash que declara: “Existe un versículo que dice: “Anduve entre ellos.” (VaYikrá 26:12), los sabios lo ejemplificaron del
siguiente modo: un rey salió cierta vez a pasear por sus jardines con uno de sus súbditos, éste estaba temeroso de la presencia del rey; entonces el rey le
dijo: ¿por qué te atemorizas?, yo soy como tú. Así HaShem en el futuro por venir ha de pasear con lo justos en el jardín de Edén, los justos lo verán y se
impresionarán de él; entonces HaShem les dirá: ¿por qué se impresionan de mí?, Yo soy como ustedes. Puede ser que esto cause que no te tengan
temor, por eso el versículo termina diciendo: “Yo seré para ustedes D”s y ustedes serán para mi un pueblo” (Ibíd.)” (Cf. Yalkut Shimoní, BeJukotay 672,
con variaciones). Por cuanto que declaró [HaShem] que es como ellos, entonces es posible entender que se refiere a un hombre.
[98] Le respondí: Todo lo que ha declarado, lo ha declarado en contra de su propia opinión, si es que hubiera entendido algo. Este hecho ha de ocurrir
en el futuro y ocurrirá en el jardín de Edén. Ieshu, no obstante, no caminó con los justos en el jardín de Edén cuando era hombre, sino que huyó casi toda
su vida de sus enemigos y de los que lo persiguieron.
Este Midrash es una alegoría, como lo atestigua su encabezado: “los sabios lo ejemplificaron” [lo explicaron alegóricamente], siendo su interpretación que
los justos en este mundo no alcanzan a comprender la esencia de la profecía, y no pueden contemplar el brillo de la presencia divina que se denomina
“gloria” [en catalán en el original hebreo], como se declara: “En una visión me daré a conocer a él.” (BeMidbar 12:6), e incluso Moshé, nuestro maestro,
en el comienzo de su profecía se impresionó, como se declara: “Y ocultó Moshé su rostro porque tuvo miedo.” (Shemot 3:6). No obstante, en el
futuro el alma de los justos estará limpia de todo pecado y de todo defecto y tendrán permiso para contemplar en la “Aspaklaria Meirá” (*) como
finalmente lo hizo Moshé, nuestro maestro: “Habló HaShem con Moshé cara a cara como habla un hombre con su prójimo” (Ibí. 33:11)
(*) Aspaklaria Meirá, lit. un espejo luminoso. Cf. Rashí a Sanhedrín 97b “magnitud de la luz de HaShem”.
Cf. Rambam, Shemoná Perakim, cap. Séptimo, explica el tema de la Aspaklaria de manera semejante a lo que Rambán quiere expresar
aquí:
“Esta Aspaklaria es el nombre de un espejo hecho de un material transparente, como el cristal y el vidrio, como ya explicaremos en el
comentario al tratado KELIM ëìéí “Utensilios” (30:2). La explicación de este tema es la siguiente: se refiere a lo que ya aclaramos en el
capítulo segundo, o sea que las virtudes tanto racionales como éticas, y los vicios tanto los vicios de la razón, por ejemplo la necedad, la
estupidez, la lerdez; como los (vicios) éticos, por ejemplo: la voluptuosidad, el orgullo, la irascibilidad, el enojo, la petulancia, la codicia y lo
parecido a esto, son muchísimos. Estos vicios son las separaciones que interrumpen entre el ser humano y HaShem” Estas separaciones se
encuentran en casi todos los profetas, en los cuales alguna conducta hizo que su visión profética no fuera luminosa, salvo en Moshé quien
pudo llegar a la Aspaklaria luminoso, siendo que sólo una barrera lo separó de la comprensión de HaShem, su humanidad.
Lo que expresa el Midrash: “Yo soy como ustedes”, es una metáfora, quiso tranquilizarlos para que no tengan miedo, así como no se tienen
miedo entre los hombres, siguiendo la expresión del versículo “como habla un hombre con su prójimo”. HaShem no se transformó en hombre cuando
habló con Moshé, sino que es un lenguaje común entre los sabios, como ellos declaran: si cumples mis preceptos, tú eres como yo. Así también es la
expresión del versículo: “Y serán como D”s que conoce.” (BeReshit 3:5), y del versículo: “He aquí el hombre ha sido como uno de nosotros.” (Ibíd.
3:22), y del versículo: “En aquel día será el débil [fuerte] como David y la casa de David como D”s” (Zejariá 12:8)
[99] Nuevamente aquel hombre declaró que en BeReshit Rabá (2:4) se ha dicho [sobre el versículo]: “Un viento de D”s (*) soplaba sobre la superficie
de las aguas” (BeReshit 1:2) se refiere al espíritu del Mashíaj. Por ende se desprende que él no es un hombre sino el espíritu de D”s.
(*) “Un viento de D”s”, en el original hebreo “øåç àìäéí”RUAJ ELO-HIM, la palabra “ruaj” significa tanto “viento” como “álito o espíritu”,
siendo además una de las partes del alma. Cf. Dérej HaShem, III. Nefesh HaJayim 1:15. Rambán, a BeReshit 1:7.
[100] Le respondí: ¡Pobre de aquel que no sabe nada y piensa que es un sabio experto! Allí en el Midrash los sabios agregaron además: “Un
viento de D”s soplaba. se refiere al espíritu de Adam, el primer hombre” ¿Acaso por eso han de decir que es dios? Pero éste que no sabe lo que
está escrito arriba o abajo en los libros lo único que hace e tergiversar las palabras de HaShem.
No obstante, los sabios que declararon que “se refiere al espíritu del Mashíaj”, explicaron el versículo de manera tal que se conecta con los diferentes
reinados [que esclavizarán a Israel (*)], y expresaron que el versículo alude a lo que ocurrirá en el futuro. Así se explica: “la tierra era vacío.”
(BeReshit 1:2) – esto es Babilonia, como se declara: “Ví la tierra y estaba completamente vacía.(**) ” (Yirmeyahu 4:23). “Y desolación.” – esto es
Meda, como se declara: “Y se asustaron al traer a Hamán.(***)” (Ester 6:14). “Y obscuridad.” – esto es Grecia que obcurecieron [entristecieron] los
ojos de Israel con sus malos decretos (****). “Sobre la superficie del abismo.” – esto es el perverso reinado. “Y un viento de D”s.” – esto es el
espíritu del Mashíaj. ¿Con qué mérito “soplaba sobre la superficie de las aguas.”? Por el mérito del arrepentimiento que se compara al agua (*****).
(*) Meharzo a BeReshit Rabá loc. cit. explica que los sabios interpretaron así el versículo debido a que no se menciona en el relato la
creación de estas realidades, por lo tanto lo relacionan con la “conducta de la tierra”.
(**) Yirmeyahu profetizó sobre Babilonia que han de transformar la tierra en vacía, falta de habitantes.
(***) Según Matanot Kehuná, comentarista al Midrash, el término desolación [hebr. Bohu] y el término asustarse [hebr. Bahalá] tienen un
mismo significado. La comparación es tomada el libro de Ester donde Ajashverosh, rey de Meda, manda a traer a Hamán a su presencia.
(****) El Midrash comenta que la ideología de la invasión helénica fue alejar al pueblo de la Torá, tratar de acercarlos a su cultura y de tal
modo hacerlos abandonar la cultura de Israel. Cf. B. R. 16:4.
(*****) Cf. Eijá 2:19, donde se declara: “Derrama como agua tu corazón”, es decir que el sentimiento de arrepentimiento es descrito como
agua que se derrama del corazón.
El Midrash expresa que han de haber cuatro reinados, el cuarto el dominio de Roma, después del cual vendrá [soplará] el espíritu de D”s, es decir el
Mashíaj, un hombre lleno de sabiduría y lleno del espíritu de D”s, como el caso de Betzalel sobre el cual se declara: “Lo he de llenar de espíritu divino”
(Shemot 31:50). Así también se declara sobre Iehoshua (Josué): “Iehoshua Bin Nun, lleno de espíritu de sabiduría” (Debarim 34:9). Es claro pues que el
versículo se refiere al Mashíaj que ha de venir después del cuarto reinado.
No pude decirle el tema principal del cual habla el Midrash, ya que fue expresado con alusiones y es necesario explicar cada una de las expresiones. Sin
embargo, la explicación simple del versículo no se refiere necesariamente a esto aquí o en otros lugares del Midrash BeReshit Rabá, como por ejemplo
“Y salió Yaakob” (BeReshit 28:10). Sólo yo les expliqué lo anterior para demostrarles que él [fray Paul] no sabe leer en los libros que trae, ya que se
equivocó en la lectura de este Midrash.
[101] Se levantó el rey y junto con él todos se pusieron de pie.
Epílogo: Los sermones en el Bet HaKnéset. (Shabat)
[102] Esto es una reseña de toda la disputa. No he alterado nada en favor de mi opinión. Después de esto me presenté delante del rey y él dijo que se
quede la disputa tal como ya está, pues no vio a ninguno de sus magistrados que haya alegado de manera tan apropiada como yo he hecho. Luego
escuché que el rey y los frailes predicadores tenían la intención de presentarse en el Beit HaKnéset durante Shabat, por lo tanto me quedé en la ciudad
otros ocho días. Cuando vinieron allí para Shabat le respondí al rey de manera apropiada y correcta, ya que él mismo predicó que Ieshu era el Mashíaj.
[103] Entonces me puse de pie y dije: Las palabras de mi señor el rey a mis ojos son nobles y honorables, ya que fueron pronunciadas por un
gobernante noble y honorable sin igual en todo el mundo; no obstante, no las alabaré diciendo que son correctas. Yo tengo pruebas claras y
argumentos diáfanos como la luz del sol para declarar que la verdad no concuerda con sus palabras. Mas yo no creo prudente discutir con mi señor.
Sin embargo, hay algo que me asombra mucho, lo que nos has hecho escuchar, tratando que creamos que Ieshu es el Mashíaj, el propio Ieshu lo declaró
delante de nuestros padres y trató de convencerlos de ésto y delante de él refutaron su proposición con argumentos suficientes y necesarios. Él, según la
opinión de ustedes que es dios, era el más apto para defender sus palabras, más apto que mi señor el rey. Y si a él no escucharon nuestros padres
que lo vieron y lo conocieron, ¿Cómo pretende el rey que escuchemos nosotros su voz, si mi señor no tiene conocimiento de esto sino por leyendas
distantes que escuchó de personas que no lo conocieron [a Ieshu] y no eran de su propia tierra, a diferencia de nuestros padres que sí lo conocieron?
[104] Después se levantó fray Ramón de Peñaforte y predicó sobre el tema de la trinidad (*) y declaró que la divinidad es la sabiduría, el deseo y el
poder (**). Agregó además, dentro del Bet HaKnéset, que el maestre [Rambán] había estado de acuerdo en esta definición cuando discutió con fray
Paul en Gerona.
(*) Trinidad, base de la religión cristiana, según su opinión la divinidad siendo una misma esencia tiene en si tres personas diferentes. Este
principio extraño a los primeros años del cristianismo fue introducido dentro de su religión por el concilio de Nicea. El sustento racional de
tal principio fue un problema filosófico dentro de los pensadores cristianos, quienes finalmente llegaron a la conclusión que el entendimiento
de tal principio sólo es posible por medio de la fe. R. Yehudá Aryeh de Módena (Maguén Ve-Jéreb, p. 22) al criticar con profundidad la
doctrina de la trinidad cita un fundamento clave dentro del pensamiento judío, punto de reflexión donde se apoya mucho del entendimiento
de la realidad: “Nuestros grandes sabios (Cf. Moré Nebujim I, 50. Séfer HaIkarim III, 25) dijeron que la fe no es una declaración que se
hace con la boca, sino un concepto que se dibuja en el alma y que se cree que es fuera del alma así como se dibuja en el alma, por ende no
recae [el término fe] sobre algo absurdo a nivel intelectual, aunque recaiga sobre algo absurdo a nivel natural. Así es posible decir y creer
que un bastón se convierta en serpiente [absurdo a nivel natural], ya que nuestro intelecto es capaz de dibujarlo; no obstante es imposible
creer que un número impar sea par al mismo tiempo ni que la diagonal del cuadrado sea igual a uno de los lados del mismo”.
(**) Muchos investigadores, tanto judíos como no judíos, coinciden en que la explicación de la trinidad en los términos que son expresados
aquí por no es común encontrarla en los textos teológicos regulares, sino que más bien fue utilizada en los libros misioneros anti-judíos. Cf.
Séfer HaBitul, p. 48, notas. Según esta opinión, la persona denominada padre sería el poder, la denominada hijo la sabiduría y la
denominada espíritu el deseo o voluntad.
[105] Me puse de pie y dije: ¡Escúchenme y presten atención a mi voz; ¡Tanto judíos como gentiles! Me preguntó fray Paul en Gerona si yo creía en la
trinidad. Le pregunté entonces ¿Qué es la trinidad? ¿Acaso son tres cuerpos materiales como el de los hombres que son dioses? Él me dijo que no.
¿Acaso son tres cuerpos sutiles como por ejemplo almas o ángeles? Él me dijo que no. ¿Acaso es un solo cuerpo compuesto de tres, como los cuerpos
naturales que están compuestos de los cuatro elementos? Él me dijo que no. Entonces yo le pregunté. ¿Qué es la trinidad? En dijo: la sabiduría, el deseo
y el poder. Yo le respondí que estoy dispuesto a aceptar que D”s es sabio y no tonto, que desea sin sentido [el sentido refleja carencia] y que puede y no
es débil.
No obstante, el término trinidad es un completo error, ya que la sabiduría divina no es un accidente [algo fuera de Él mismo], sino que Él y su sabiduría
son uno, Él y su deseo son uno, Él y su poder son uno; por lo tanto la sabiduría, el deseo y el poder son todos uno. También si estos fueran accidente no
implica que sean tres divinidades ya que sería un ser con tres accidentes. Entonces el rey dijo una metáfora que se la enseñaron los equivocados: que el
vino contiene tres atributos: tono, gusto y olor y aún así es uno. Esto último es un completo error ya que el color rojo y el gusto y el olor que hay en el
vino son atributos separados que se encuentran en la realidad uno sin el otro, ya que hay rojo, blanco y otros tonos; además lo rojo no es el vino ni el olor
ni el gusto, sino que el vino mismo es aquello que llena el vaso. Es decir que es un cuerpo que contiene tres accidentes distintos que en él no representan
unidad. Y si pensamos así sobre la Divinidad podremos decir que son cuatro, ya que está D”s y su sabiduría y su deseo y su poder, es decir cuatro.
Podemos además denominarlo cinco, si contamos su vida, ya que en Él la vida es como su sabiduría. De tal modo su definición sería: vive, sabio, desea,
puede y D”s, es decir cinco. Todo esto es un absurdo lógico.
[106] Entonces se levantó fray Paul y dijo que él creía en la unidad completa de D”s, pero que aún así hay tres en Él, lo cual es algo muy
profundo que incluso los ángeles y demás seres metafísicos no lo conocen.
[107] Entonces le dije: Es algo claro que una persona no puede creer algo que no conoce, si es así tampoco los ángeles creen en la trinidad.
Sus colegas se quedaron en silencio.
[108] El rey se puso de pie y todos bajaron de la tebá y se fueron. Al día siguiente me presente delante del rey y él me dijo: “Vuelve a tu ciudad en paz
y en tranquilidad” y me obsequió con trescientos dinares (*) y me despedí de él amistosamente.
(*) El hecho de tal obsequió lo comprueba un documento con fecha 25 de febrero de 1265, donde el rey Jaime reconoce que tiene una
deuda de trescientos dinares que dio un comerciante judío de Barcelona, por su pedido, al “maestro de Gerona”. Cf. Prof. Ber, revista
Tarbitz II,2.
“Que HaShem me dé el mérito de alcanzar el mundo por venir. Amén”
Todos los derechos le corresponden a sus autores. (material de estudio no comercial)
Etiquetas:
D-004 Documentos
Ubicación:
Bilbao, Vizcaya, España
Suscribirse a:
Entradas (Atom)